Empresas chinas y colombianas se benefician de una fiebre ilegal de oro en la Amazonia

PALABRAS CLAVE: CHINA / BOLIVIA / MINERIA / ORO /  
Página Siete.- 
El sonido de la corriente de los ríos Kaka y Beni quedó enmudecido por los motores de las gigantes dragas chinas o “dragones” y otros planchones colombianos que coparon las orillas de esos causes de alfombras de piedras, a modo de “reposición del suelo” en áreas en las cuales, hace apenas dos años, aún se producía maní, frondosos platanales y surgían cítricos de varias especies.

Los “dragones” llevan banderas bolivianas y hasta permisos de la Autoridad Jurisdiccional de Administración Minera (AJAM),  pero son imponentes dragas de fierro, operadas por personal  de empresas chinas.  Llegaron al país con fuertes capitales y dispuestos a explotar los recursos naturales no renovables. Para esto se asociaron con cooperativas locales que les entregaron sus extensas concesiones de terreno o cuadrículas (25 hectáreas) a cambio del 20% o 30% de las ganancias que obtengan por la explotación.

En una travesía desde Caranavi, pasando por los municipios de Teoponte y Guanay, hasta llegar a Rurrenabaque, por el río Beni, con una parada en la comunidad de Mayaya, ANF pudo evidenciar la presencia de imponentes máquinas de hasta más de tres pisos de altura y 200 metros de largo, operadas por personal chino y, en menor cantidad, por  colombianos. Extraen imparablemente el oro desde el fondo del río.

“Permisos desde arriba”

“Lo peor es eso, que hay permisos desde arriba. Hemos llegado hasta al Ministerio de Gobierno, al Ministerio de Minería, a muchas instancias, y hemos chocado contra la pared (…) Me he sentido muy agredida. Nosotros somos un pueblo tranquilo, pacífico, pero también merecemos consulta”,  dice la alcaldesa interina del municipio de Teoponte, Patricia Calderón.

El concejal Edwin Peñaranda, del área de Tierra y Territorio del municipio de Teoponte, considera que no sólo hay omisión en el tema, sino una clara complicidad de las autoridades vinculadas a la minería y de los propios cooperativistas, por permitir el saqueo flagrante del oro.

“Hemos emitido notas el 14 de junio de 2017; hemos pedido informe al ministro de Minería, César Navarro; se ha solicitado información para saber cómo están ingresando al país los extranjeros, cómo han metido esos planchones para armar semejantes dragas. Enviamos notas a don Remberto Chávez, de la Federación Regional La Paz de Cooperativas Mineras Auríferas, el 22 de julio, y no recibimos ninguna respuesta. Se pasan la pelotita entre la AJAM, Minería y Medio Ambiente, nos mandan a la Gobernación, no hay seriedad para responder”,  reclama.

“Dragones” y” loteamientos”

Menciona que en una inspección municipal, realizada el 9 de agosto del año pasado, desde la comunidad de Mayaya, sobre el río Kaka,  hasta llegar al pueblo de Teoponte, se pudo evidenciar la presencia de siete dragas con los denominativos: Dragón 1, Dragón 2.

“Ya hay muchos dragones y ahora vemos aquí, en el sector de Guanay, que también hay chinos en el río Challana, y  está lleno de colombianos. Es una pena para los teoponteños y por qué no decir, para los bolivianos”,  dice.

ANF cuantificó aproximadamente diez dragas, ocho chinas y dos colombianas, desde la partida de Teoponte, pasando por Guanay, Mayaya, Yiquimuni y Puerto Pando; además de dos o tres máquinas listas para ser ensambladas, como si se tratara de juguetes mecánicos, pero en proporciones descomunales en tamaño y peso, y con un costo que va del medio a más de un millón de dólares.

Peñaranda respalda lo dicho con documentos que saca de su escritorio y muestra el loteamiento de cuadrículas en las orillas de los ríos que conectan con la Amazonia dispuesto por la AJAM.

En una carta firmada el 11 de julio de 2017, el director de la AJAM, Erik Ariñez, en respuesta a la solicitud de informe del Ministerio de Minería, señala:  “La AJAM no suscribió ningún contrato administrativo minero con empresas de nacionalidad china”. Lo cual deja entrever que la presencia china se debe a sus alianzas directas con las cooperativas.

Sin embargo, en el mismo detalle de la AJAM, sobre las autorizaciones transitorias especiales por cuadrículas, antes conocidas como “concesiones”, a favor de  Jin Kang, figura como actor productivo minero de las áreas Amalia y Oriente II sobre 19 cuadrículas.  Cada cuadrícula mide 25 hectáreas de superficie.

Según datos de Fundempresa, Jin Kang es una sociedad de responsabilidad limitada con sede en Cochabamba, especializada en prospección, exploración, explotación, concentración, fundición, comercialización, exportación de minerales y metales e importación de maquinaria. Cuenta con la matrícula de comercio 00178407.

El informe de la AJAM muestra la situación en que se encuentran los permisos en Teoponte para la explotación de oro. Se emitieron cuatro autorizaciones transitorias especiales por pertenencias (exconcesiones), 29 autorizaciones transitorias especiales por cuadrícula, 52 contratos mineros que datan de antes de la Ley 535; 13 áreas mineras en trámite, un área en trámite administrativo en aplicación a la Ley 403 y cuatro áreas reservadas para el Estado.

A este informe oficial se suma la circular 0002/2018 de 5 de abril de 2018, de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz   dirigida a sus afiliados, en la que detalla que 327 cooperativas auríferas que operan en el departamento no presentaron su documentación ante la AJAM para su control y fiscalización; mientras que otras 142 presentaron de manera parcial, pero aún así operan.

Pero estas cooperativas se vieron favorecidas por una disposición de la AJAM que habilitó un nuevo plazo de 90 días para que éstas presenten el balance de sus estados financieros de la anterior gestión, la nómina de asociados, volumen y valor de la producción, excedentes y distribución por cada asociado, además de la planilla de pagos a los trabajadores.

Para Peñaranda es difícil hablar de estos asuntos, más aún cuando los propios cooperativistas marcharon por el pueblo con dinamitas en mano en su contra.

“Pero no puedo callar, ellos (los extranjeros) se llevan el 70% del oro y lo más triste es que ni siquiera lo venden en Bolivia. Mucha gente tiene miedo de salir a la prensa a dar algunas versiones porque pueden atentar contra tu vida, no sabemos qué tipo de personas están en este sector”, dice.

La figura está clara para Juan Arnez, máximo dirigente del Control Social de Teoponte, quien lamenta que los cooperativistas manejen información “clasificada”.

“Lo que hemos visto son contratos con las cooperativas mineras. Hay, por ejemplo, en Mayaya, tres dragas del señor Velarde, que ha hecho contrato directo con los chinos y así se van camuflando, pero no quieren apoyar en obras sociales”, denuncia.

Arnez, que tiene más de seis décadas, lleva consigo recuerdos de los años 90, cuando la canadiense South American Placer, de la que era socio el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, explotó oro en la zona, antes de que Teoponte se convirtiera en municipio, pero no dejó “nada bueno al pueblo”.  Ahora teme que la situación sea mucho más grave, considerando la expansión acelerada de la presencia de empresas chinas en el país y que varias han demostrado prácticas poco amigables con la naturaleza.

Guanay, la misma historia

La segunda parada es el municipio de Guanay, a 256 kilómetros de La Paz, donde la problemática es similar a la de Teoponte, pero ahí, los representantes del Control Social y la presión del propio Consejo Municipal lograron parar las operaciones de una gigante draga que se instalaba.

Jimmy Ruiz Smith, control social del municipio de Guanay, señala que en un operativo conjunto con el Concejo Municipal, la Armada Boliviana y la nueva Unidad de Minería de la Alcaldía, logró paralizar la instalación de una enorme draga ubicada justo en el cruce entre los ríos Challana, Tipuani y Mapiri.

“Es una enorme draga china que la paramos porque existen requisitos dentro de las licencias de funcionamiento que deben presentar y esta cooperativa minera no ha presentado (…) Las autoridades municipales no autorizan este tipo de trabajos que vienen del Gobierno central, de la AJAM, del Ministerio de Minería, pero lo que nos preocupa es el daño ecológico, el daño al medioambiente”, señala.

Al momento del operativo, los ciudadanos chinos dijeron tener permiso de la AJAM a favor de Challana River Golden.

Recuerda que desde 2010, por ordenanzas municipales, se prohibieron trabajos mineros en el área urbana de Guanay y “eso se ha planteado porque una vez que empiece esa draga será imparable”.

El presidente del Concejo Municipal, Uber Carrasco, asegura que en los dos últimos años se ha intensificado la presencia de colombianos y en mayor cantidad de chinos. Afirma que como autoridades locales en ningún momento autorizaron el ingreso de extranjeros para operar en la zona, a pesar de que estas empresas extranjeras se aliaron con cooperativas asentadas en la región.

“Entendemos que los escombros que están dejando están entrando al río y eso va a generar desbordes. Tenemos una comunidad, Challana, que con la crecida de río podría ser muy afectada (…). Hoy por hoy nos preocupa el medioambiente, el ecosistema, la salud de nuestros ríos porque se podría sufrir una tremenda inundación”, asegura.

Contaminación

Para tener una idea más cabal de la problemática, la navegación se realizó desde Teoponte hasta Rurrenabaque, pasando por Mayaya, una comunidad estratégica, ubicada sobre el río Kaka, ahí la actividad minera es intensa.  Las relaciones entre comunarios y chinos son fluidas, los primeros se ocupan de proveer combustible en turriles y los otros de operar los gigantes dragones.

Durante el viaje no sólo hay máquinas explotando oro, sino también otras que quedaron abandonadas en pedazos, mientras el río lava los fierros oxidados, contaminación que se une a la del mercurio empleado, que nadie controla.

Waldo Valer, identificado como leco y conocido guía de turismo en Teoponte, recuerda que cuando era adolescente, los ríos de la zona eran cristalinos, las playas de las orillas sumamente fértiles y la actividad pesquera y barranquillera pujante. Como oriundo del lugar se siente indignado y dispuesto a denunciar el daño irreversible que se está ocasionando a la Amazonia, precisamente durante el gobierno de Evo Morales, que se reclama defensor de la madre tierra.

Sospecha que detrás de esta minería depredadora “hay toda una estrategia promovida desde el nivel central para eliminar el ecoturismo y las actividades económicas y productivas de la región para imponer la mega-hidroeléctrica Chepete- Bala”. Los indígenas no tendrán más que aceptar el proyecto porque no les quedará nada más.

Estimaciones preliminares muestran que la megarepresa Chepete- Bala inundará 48 comunidades indígenas, incluidas  áreas protegidas como el Parque Nacional Madidi y Área de Manejo Integrado y la Reserva de la Biósfera Pilón Lajas, en el norte amazónico.

Navarro: saneamos derechos mineros

La presencia de gigantes dragas chinas y colombianas en la explotación del oro en los ríos Kaka y Beni del departamento de La Paz genera indignación en los municipios de Teoponte y Guanay, además del anuncio de peticiones de informe oral ante el Senado por parte de la oposición. Al respecto, el ministro de Minería, César Navarro dijo que el Gobierno se encuentra en fase de saneamiento de  cuadrillas  mineras y que a la fecha se revirtió a nivel nacional 400 áreas.

“Ya hicimos  varias verificaciones, hay detenidos, hay denuncias. Parte de este proceso es que hemos revertido cerca de 400 áreas en todo el país (…). Estamos trabajando concesiones otorgadas en décadas y de hecho hemos saneado, estamos respetando los derechos preconstituidos de los actores mineros”, dijo.

Añadió que  las cuadrículas que no cuenten con la titularidad del derecho minero serán revertidas.  Sin embargo. no precisó qué sucederá con aquellos casos en los que las cooperativas mineras que cuentan con la titularidad del derecho minero terminan entregando a los capitales extranjeros sus áreas de explotación minera, tal como sucede en Teoponte y Guanay.

Tres a cuatro tienen contratos con chinos

Sólo tres a cuatro cooperativas mineras que explotan oro en los ríos Kaka y Beni en el departamento de La Paz tienen contratos con empresas chinas, afirmó el especialista y asesor jurídico en temas mineros, Ramiro Paredes.

El experto añadió que datos preliminares dan cuenta de que se trataría de contratos de “servicios” y no de asociación. “El caso de la investigación  se debe referir a tres o cuatro cooperativas, que representar al 1% del universo de cooperativas de la Federación Regional La Paz de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco), porque si se habla de Guanay, Teponte y Mamaya es la jurisdicción de Ferreco, deben ser tres o cuatro casos”, señaló.

El jurista confirmó así que la presencia de las chinas se debe a los contratos contraídos con las cooperativas mineras que cuentan con derechos mineros sobre cuadrículas situadas en las orillas de los ríos Kaka y Beni. Añadió  que no se trata de contratos de asociación, sino de servicios. “Lo que permite la Ley General de Cooperativas (356) de acuerdo al artículo 19 es la suscripción de convenios y contratos de bienes y servicios”, señaló el también exvocal del Tribunal Supremo Electoral.

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