Se inició la explotación de los salares Coipasa y Pasto Grande (SEMINARIO EL FULGOR)

PALABRAS CLAVE: SALARES – EXPLOTACIÓN DE LITIO – YPFB – CONSORCIO CHINO TBEA GROUP BAOCHENG – EMBAJADA DE CHINA

RUTH CHUQUIMIA BUSTILLOS (SEMINARIO EL FULGOR) 2019-02-24

El “acuerdo preliminar” para la construcción de plantas industrializadoras se efectuará en un sistema joint venture  de  51% para el Estado Boliviano y 49% para el consorcio privado chino.  Luis Alberto Echazú, viceministro de Altas Tecnologías Estratégicas de Bolivia dijo que se explotará el salar de Coipasa con una inversión de  US$1.320 millones y de US$1.070 en el Salar de Pasto Grande, haciendo un total de  US$2.390 millones. Históricamente Bolivia empezó a diseñar la explotación de litio el año 1985 en el gobierno de Hernán Siles Suazo quien creó el Complejo Industrial de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni,  a esto le siguió Paz Estenssoro que invitó a Lithco Co. para firma un joint venture de 51% y 49%, que se plasmó en el primer borrador de contrato firmado en 1989 entre Jaime Paz Zamora y la Lithco Co. que dominaba el 50% del mercado.

En medio de la creciente demanda del mercado internacional, la decisión del gobierno de llevar a Bolivia a la  explotación e industrialización de sus recursos evaporíticos de litio,  avanza rápidamente. La empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB)  y el consorcio privado chino TBEA Group-Baocheng  suscribieron un  “acuerdo preliminar” para la construcción de plantas industrializadoras para el desarrollo de dos plantas de litio en los salares de Coipasa dentro de la jurisdicción del territorio de Oruro y Pasto Grande ubicado en el sur de Potosí.

La participación accionaria en la planta de baterías de litio para la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB)  será del  51% y 49% para el consorcio privado chino Xinjiang TBEA Group-Baocheng. Además,  las  dos factorías prevén producir ácido bórico, bromo puro y bromuro de sodio, declaró Luis Alberto Echazú, viceministro de Altas Tecnologías Estratégicas de Bolivia.

La suscripción de ese acuerdo contó con la participación del presidente Evo Morales, el embajador de China, Liang Yu, el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vázquez, y autoridades del ejecutivo y de la empresa china y el gerente de YLB, Juan Carlos Montenegro.

Se estima que en un largo proceso el gobierno Boliviano y la empresa china invertirán en el desarrollo de ambos salares 2.390 millones de dólares, a está inversión se suma la realizada en diciembre del 2018 en el  del Salar de Uyuni o Tunupa, cuando la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos  y la  alemana ACI Systems firmaron un contrato para empezar con la producción de baterías de litio para automóviles eléctricos y  montaron una planta industrial de cátodos con una inversión de unos US$900 millones.

La firma de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos y  el consorcio privado chino TBEA Group-Baocheng  se da en medio de un creciente mercado mundial del litio  que, sobre todo, demanda ácido bórico, cloruro de potasio materias transformadas que sirven para fabricar baterías de litio para varios usos –tablets, celulares, autos, etc. y el carbonato de litio que utiliza la industria farmaceútica para medicamentos que tienen que ver con problemas mentales como la bipolaridad, la esquizofrenia.

El consorcio privado chino TBEA Group-Baocheng fue seleccionado de un grupo de empresas internacionales que se presentaron a la convocatoria realizada por el gobierno en la gestión  2018. Participaron 7 empresas, 2 de China, 3 de Rusia, 1 de Alemania y 1 de Irlanda.

Luis Alberto Echazú, dijo que la explotación de los salares responde a un plan de “aprovechamiento integral de los recursos del salar, porque son plantas que tiene que ver con potasio, litio, boro y bromo, productos escasos en el mundo de alto valor”.

 

Echazú aclaró que la inversión de US$2.390 millones será un proceso y responderá  a cada uno de los resultados que se alcancen. Un total de US$1.320 millones se invertirá en la planta industrializadora de litio de Coipasa donde actualmente funcionan cinco plantas: una de sulfato de potasio con una producción de  450.000 toneladas año (t/a), de hidroxido de litio que produce  60.000 t/a, ácido bórico con 60.000, bromo puro 10.000 t/a y bromuro de potasio con 10.000 t/a.

La inversión en el salar de  Pasto Grande alcanzará  a US$1.070 millones, donde se instalarán tres plantas de cloruro de litio, carbonato de litio y litio metálico.

El embajador de China, Liang Yu, destacó la alianza con Bolivia y señaló que para el 2025, el país asiático va a necesitar 800.000 toneladas de litio.

Liang Yu, destacó la importancia de esa alianza con Bolivia y se  comprometió asumir de forma responsable el proyecto.

“Hoy es un día histórico porque avanzamos en la alianza estratégica en la industrialización del litio en Bolivia. China al 2025 va a necesitar 800.000 toneladas de litio”, dijo el diplomático chino.

HISTORIA

En enero de 1985, empezó la historia para explorar, explotar e industrializar los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni cuando el presidente Hernán Siles Zuazo creó el Complejo Industrial de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni. El comité estaba integrado por los ministerios de Planificación, Minería, la Central Obrera Boliviana, la Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la Universidad Tomás Frías  y los comités cívicos de la región.

En 1985 llegó al poder Víctor Paz Estenssoro  -después de una crisis económica profunda de la UDP provocada por una década de endeudamiento del dictador Hugo Bánzer y los gobiernos militares que siguieron.- Para frenar la inflación que provocó la descapitalización del Estado por la deuda,  el gobierno del MNR adoptó la corriente neoliberal como modelo económico, que implicaba un ajuste monetario, reducir el gasto público a través del despido de trabajadores, más impuestos, la venta de empresas estatales y la asociación de empresas estatales en el modelo 51% para Bolivia y 49% para las extranjeras.

Además, Bolivia, al igual que el resto de Sudamérica por sus limitados recursos económicos y recursos humanos profesionales; no pudo explorar, explotar e industrializar sus propios recursos naturales renovables y no renovables, por lo que esto llevó a  un modelo de  usurpación, explotación y saqueo permanente que se expresó en el oro, el estaño, la plata, la madera, la goma, etc, etc.

En este contexto, en 1988 Paz Estenssoro a través del Ministerio de Minería invitó a  la empresa Lithco a negociar con cargo aprobación del Congreso, un contrato para exploración y  la explotación de litio de ciertas áreas del Salar de Uyuni. En ese momento históricamente la explotación mundial de litio estaba en manos de dos empresas: Foote que trabajaba desde 1976 en el salar de Atacama en Chile y  la segunda era Lithco Co. que controlaba en ese momento el 50% del mercado mundial del litio.

A Seis meses de dejar el gobierno Paz Estenssoro, el nuevo el gobierno de Jaime Paz Zamora, (noviembre) hizo público y firmaron el primer borrador del contrato con Lithco Co. con el objetivo de recibir aportes. Se establecía que el en un Join Venture con la empresa norteamericana Lithium Corporación  of Américan -Lihco Co.- de 51% para Bolivia y 49% para la estadounidense para la exploración y explotación, 40 años de duración, área explotada 600 km2 y la primera fase establecía 2 años para entregar el estudio de factibilidad.

 

Además, el Estado boliviano intento poner a Lithco Co. un impuesto adicional a la transformación y se calculó  que este proceso le hubiera significado al país 1.200 millones de dólares, 2000 nuevos empleos además de los efectos colaterales que tendría para el país. Pero, antes de los ajustes una movilización social que se produjo  se opuso al  modelo de asociación y dejó fuera a la Lithco Co.  Este fracaso también contribuyó la coyuntura, pues el mercado no despegó todavía la tecnología de las computadoras y los celulares en la dimensión que hoy se tiene, donde en promedio se estima que un habitantes en el mundo tiene un celular o una computadora, pero, también nos mostró que llegamos otra vez al proceso tarde, pues las grandes empresas ya están posesionadas.

Esta fue la primera vez que Bolivia intento un proceso de industrialización de los recursos evaporíticos del salar de Uyuni.

SALAR DE COIPASA

La decisión de explotar el Salar de Coipasa empezó el año 2008 cuando  la Universidad de Liejia Bélgica y la Universidad Técnica de Oruro (UTO) entregaron los primeros resultados de los estudios preliminares sobre los contenidos de materias primas que tenía el salar y el comportamiento de sus suelo en épocas secas y de lluvia.

El año 2010 la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) mediante su Dirección Nacional de Recursos Evaporíticos profundizó los estudios científicos sobre el Salar de Coipasa  que sirvieron para   emplazar  la planta piloto, la construcción de la planta industrial para la explotación del potasio, una estación meteorológica, para observar el comportamiento del clima en el manto blanco y un laboratorio experimental para establecer las  riquezas que se tienen bajo el manto blanco. Además la instalación de planta permitió dotar al lugar de luz, agua y  empezó a emplazarse el gas al lugar.

Primero, se determinó que Coipasa producirá potasio para la industria de los fertilizantes y magnesio.

El proyecto Coipasa, es considerado como el segundo polo de desarrollo de los evaporíticos, después del Salar de Uyuni donde también Oruro tendrá un participación pues es parte de la frontera bipartita entre Oruro y Potosí.

El Salar de Coipasa, según el estudio de la UTO es rico en potasio, magnesio boro y litio y es uno de los pocos salares que se alimenta de las aguas de los ríos Lauca, Todos Santos y Lalacajawir y de los rebalses del lago Poopó.

SIN LITIO NO HAY CELULARES, TABLETS NI AUTOS ELECTRICOS

El litio es un insumo clave para la pujante industria de los autos eléctricos y la fabricación de baterías recargables para teléfonos móviles, computadores portátiles y tabletas, es un metal   que no se transa como otros minerales en la bolsa de valores, sino que sus precios se negocian de manera directa.

 

 

La demanda  del litio comenzó en la década de 1990,  junto con el gran despegue y la transformación tecnológica que vive el mundo con la fabricación de computadoras tablets, celulares y los autos eléctricos.  El litio es el insumo clave para la pujante industria de los autos eléctricos pues sus baterías consumen el metal  y la fabricación de los teléfonos móviles, computadores portátiles y tabletas la demandan para la fabricación de baterías recargables.

La demanda mundial proyectada de litio  para el año 2020 llegará a las 372,288 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), desde las 201,000 toneladas del 2016. La oferta mundial, en tanto, alcanzaría las 440,318 toneladas de LCE en el 2021.

La cotización dl litio también se ha triplicado en los últimos diez años  de US$ 4,530 a  US$ 16,500 por tonelada del mineral.

Hace menos  de un año, al mercado del litio se incorporó Perú, en Puno, se encontró 2,5 millones de toneladas de reserva de litio y su gobierno anunció la exportación el año 2021. Actualmente las mayores reservas de litio están en Atacama, Chile en los exterritorios bolivianos, le sigue Argentina con los salares  Catamarca y de Salta y de Bolivia con Uyuni, Coipasa y Pasto Grande, los primeros ya industrializaron, pero, el proceso ya empezó y se espera que el año 2020 el país se incorpore a los países exportadores de litio, potasio, magnesio, cloruro de potasio  y carbonato de litio.

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