La consultora energética SEG Ingeniería sostuvo que poner en funcionamiento la planta regasificadora en Puntas de Sayago no sería conveniente para el país tomando en cuenta los precios actuales del petróleo.

En base a cálculos realizados por la consultora mediante simulaciones de largo plazo, seleccionando hipótesis diversas, se concluyó que el ahorro por contar con la regasificadora en la actualidad alcanzaría los US$ 30 millones anuales en promedio (15 años), para un escenario del petróleo (WTI) a US$ 55 el barril, un crecimiento medio de la demanda de 2,5% anual, pero sin la incorporación de la minera Aratiri.

El petróleo de referencia de Uruguay es el Brent que cerró la semana en el entorno de los US$ 44 el barril.

En cambio, sostuvo SEG, si el petróleo retornara a valores de US$ 110 por barril, y además la demanda creciera a un ritmo del 3% anual y se sumará Aratiri en 2020, el ahorro que percibiría el sistema eléctrico al usar gas natural licuado en lugar de gasoil, ascendería en promedio a US$ 149 millones al año.

“Este es el motivo por el cual se duda actualmente de la viabilidad de la regasificadora, ya que hoy en día se vislumbra un petróleo más barato y se observa con menor probabilidad un incremento tan fuerte de la demanda, en cuyo caso, un ahorro de US$ 30 millones al año resulta una cifra relativamente baja de beneficios comparada con los US$ 168 millones de dólares al año de canon a pagar”, afirmó SEG.

En una conferencia sobre inversión el jueves, el ministro de Economía, Danilo Astori no dio certezas respecto a que se siga adelante con el plan. “Uruguay deberá tomar una decisión sobre la presencia del gas natural como fuente de energía”, dijo.

SEG recordó que la regasificadora al diversificar la matriz energética, planteaba muchos beneficios adicionales a la generación eléctrica, aunque todos ellos planteaban desafíos y riesgos para su concreción.

El otro uso actual (además del respaldo térmico) del gas es el residencial, comercial e industrial, pero su demanda está fuertemente reprimida por los altos costos y por la falta de disponibilidad de gas para uso industrial impuesta por Argentina. La consultora afirmó que Uruguay nunca logró despegar en su consumo de gas natural y en los últimos 12 meses, el consumo promedio fue de apenas 147.000 metros cúbicos por día, valor que representa el 1,5% de la capacidad de la regasificadora prevista (10 millones de metros cúbicos diarios).

Las obras de la planta regasificadora quedaron en stand-by luego del cese de la relación contractual entre Gas Sayago (responsable del proyecto de regasificación y propiedad de UTE y Ancap) y GNLS (consorcio conformado por GDF – Suez y la japonesa Marubeni, responsable de la construcción y puesta en funcionamiento de la planta).

Previo a eso, GNLS había desvinculado del proyecto a la constructora brasileña OAS, aduciendo diferencias técnicas en el desarrollo del proyecto. OAS se declaró en concurso y ya con el emprendimiento completamente parado, las recriminaciones entre las empresas privadas que participaron de la primera etapa de la obra se trasladaron a la esfera judicial.