Marruecos construye la mayor termosolar
Ubicada 200 kilómetros al sur de Marrakech, en el límite del desierto del Sahara, ha sido la locación de producciones de ficción como la serie de HBO Juego de Tronos y películas como Babel y La guerra de las galaxias, entre muchas otras.
Este año la Puerta del Desierto, como es conocida en su país, será el lugar de un proyecto termosolar más ambicioso que cualquier otro producto de ficción. Allí se encuentra el complejo de energía solar de Uarzazat, el primero de este tipo en Marruecos, el cual empleará la energía solar termoeléctrica. Con él se aspira a proveer la mitad de la energía del país para el año 2020.
Noor 1, la primera de las cuatro centrales del proyecto, será inaugurada en el próximo mes y contará con 500.000 espejos solares que capturan el calor y están organizados en 800 filas, lo que permite que el sol sea rastreado a medida que se mueve por el cielo. El proyecto cuenta con el apoyo financiero de organizaciones como el Banco Mundial y el Banco Europeo de inversiones y aspira a generar alrededor de 580 MV de electricidad, lo suficiente para suministrar energía a un millón de casas.
Esta tecnología, conocida como CSP (concentrated solar power, en inglés), se basa en el principio de reflexión de los rayos solares hacia un receptor gracias a espejos correctamente orientados. Esto garantiza un mayor rendimiento frente a la energía solar fotovoltaica, tecnología muy popular en edificios y calculadoras, pues tiene la ventaja de seguir produciendo tenergía incluso cuando el sol se esconde.
El ministro del Medio Ambiente de Marruecos, Hakima el-Haite, considera que la energía solar tendrá un papel fundamental en la economía mundial, como la tuvo la explotación de petróleo en el siglo pasado. Sin embargo, sus intereses por promover las energías renovables tienen una razón mucho más cercana a las necesidades del país.
“Nosotros no somos un país productor de petróleo. El 94% de la energía que importamos proviene de combustibles fósiles y eso tiene grandes consecuencias para nuestro presupuesto”, dijo el ministro en entrevista con el periódico The Guardian. “Así que cuando supimos del potencial de la energía solar nos preguntamos: ¿por qué no intentarlo?”.
En el año 2020, cuando el complejo esté terminado, será la mayor fuente de energía solar concentrada del mundo. En los próximos años se espera la conclusión de las plantas Noor 2 y Noor 3, que ocuparán un espacio de 4’400.000 m², casi tanto como el tamaño del área metropolitana de Rabat, la capital de Marruecos.
Por ahora, el gobierno marroquí se encuentra enfocado en utilizar la energía solar para sus necesidades internas. Sin embargo, no descarta convertirse en el futuro en exportador de energía para Europa y el resto de África.
Marruecos cuenta con amplias zonas deshabitadas en la región sahariana y en la meseta este de los montes de Atlas. Se estima que si sólo el 10% de estas áreas fuesen hoy solarizadas, producirían energía suficiente para cubrir la necesidad energética del Viejo Continente.