Diálogo Chino • ¿Cómo avanza la Franja y la Ruta en la región andina?

Perú anunció que se sumará a la iniciativa de la Franja y la Ruta en abril, con lo que se convertirá en el país número 19 de América Latina y el Caribe en integrarse a esta política bandera de China.

Esta alianza, que retoma la idea de reconstruir la antigua Ruta de la Seda, busca una mayor cooperación económica y política entre los países y regiones que lo conforman. Aunque se concibió pensando en Europa y Asia cuando se lanzó en 2013, la multiplicación por 20 del volumen comercial entre China y América Latina en solo una década convirtió a esta región en una extensión natural.

Desde que Panamá se sumó en 2017, América Latina se ha ido vinculando a esta red multimillonaria de proyectos de infraestructura que promueve el comercio y facilita el acceso a nuevas fuentes de financiación. Sin embargo, hasta ahora las cuatro mayores economías de la región -Brasil, México, Argentina y Colombia- han sido reticentes a sumarse, en medio de la oposición de Estados Unidos y de dudas sobre los riesgos de endeudamiento.

Por eso la llegada de Perú – que es la sexta economía de la región y que tiene desde hace una década un Tratado de Libre Comercio con China- podría darle un impulso, sobre todo dado que la iniciativa bandera china ha tenido buena acogida en la región andina.

Perú llega de último pero resucita el ferrocarril

Fecha de firma: Abril de 2019

Qué dijeron: “El hecho de firmar este memorándum de entendimiento es el inicio de un modelo de cooperación que ha planteado China al mundo que creo que es interesante y que permite ampliar los lazos de cooperación” (Vicepresidenta Mercedes Aráoz)

Proyectos bandera: Aunque hace dos años Perú lo descartó por sus costos, el presidente Martín Vizcarra confirmó durante su viaje a China en abril que está interesado en retomar el ferrocarril interoceánico con Brasil y Bolivia, que podría costar hasta 60 mil millones de dólares. Parte del giro obedece a que nuevos estudios estiman que la parte peruana costaría 7.500 millones de dólares (una quinta parte del monto antes contemplado), con lo que Vizcarra dijo que “Nosotros estamos interesados, Bolivia está interesado, más aún (…) pero veamos, porque entre los dos falta un tercer socio para que pueda sacar y hacer realidad ese proyecto”.

Otros proyectos en marcha, que ahora quedarían bajo el manto de la Franja y la Ruta, incluyen la construcción de un mega puerto en Chancay y de otro en Ilo, además de ser el principal inversionista extranjero en el sector minero con la operación de las minas de cobre de Las Bambas y Toromocho y de hierro de Marcona.

Preocupaciones: “El arte de un prestamista consiste en quedarse con una garantía que tiene más valor que el monto otorgado. El temor de los países prestatarios es caer en el hipotético círculo chino –banco chino, crédito chino, empresa china, mano de obra china, materiales y recursos chinos– que minimice la transferencia tecnológica y la creación del empleo local” (Patricia Castro Obando, periodista especializada en China)

Ecuador, el que más proyectos tiene

La visita del presidente Lenin Moreno a Beijing en diciembre sirvió para concretar la entrada de Ecuador y anunciar nuevas inversiones, aunque en realidad ya es el tercer mayor beneficiario de financiación china en la región (solo por detrás de Venezuela y Brasil).

Fecha de firma: Diciembre de 2018

Qué dijeron: “Para nosotros, China es un referente de innovación y desarrollo. Actualmente 145 empresas de este país trabajan e invierten en Ecuador generando obras, crecimiento, empleo e intercambio de tecnología y de conocimientos” (Presidente Lenin Moreno en Beijing)

Proyectos bandera: Entre los nuevos proyectos que se anunciaron, estánla reconstrucción del aeropuerto de Manta afectado por el terremoto de 2016, la carretera entre Quinindé y Las Golondrinas (entre las provincias de Esmeraldas e Imbabura) y dos puentes en Canuto y Pimpiguasí (provincia de Manabí). En la práctica, sin embargo, hay ya una decena de proyectos que estaban andando y que seguramente terminarán ahora bajo el paraguas de la Franja y la Ruta, incluyendo siete centrales hidroeléctricas (la mayor de ellas, Coca Codo Sinclair ha tenido muchos problemas) y las minas de cobre de Panantza-San Carlos y de Mirador (que han visto fuertes conflictos socioambientales).

Preocupaciones: “Esta estrecha vinculación ha generado que Ecuador desarrolle relaciones de dependencia con China y se muestre contemplativo frente a los impactos socioambientales y conflictos de gran intensidad ocasionados por sus empresas” (Centro de Derechos Económicos y Sociales – CEDS)

Bolivia, buscando sobre todo carreteras

Fecha de firma: Junio de 2018

Qué dijeron: “La iniciativa de la Franja y la Ruta y la cooperación entre América Latina y El Caribe con China juegan un papel decisivo para la consecución de los objetivos mundiales u Objetivos de Desarrollo Sostenible” (Canciller Diego Pary)

Proyectos bandera: La mayor parte de los proyectos en marcha con respaldo chino son carreteras, incluyendo las de El Sillar (que es un tramo en la autopista de Santa Cruz a Cochabamba), la de Rurrenabaquea Riberalta en la Amazonia y la de El Espino a Boyuibe en el Chaco, aunque también hay otros como la planta siderúrgica de Mutún y la explotación conjunta de litio en los salares del sur del país. Otros proyectos han tenido menos fortuna, como la paralizada y controversial represa hidroeléctrica de Rositas y la ampliación cancelada del aeropuerto de Santa Cruz. En este año se abrieron nichos agropecuarios que Bolivia venía impulsando hace años, como el de quinua (que contamos en este reportaje) y el recientemente anunciado de carne.

Preocupaciones: “Una característica de las relaciones entre China y Bolivia es la escasa información, las contradicciones en las declaraciones de autoridades y la no divulgación de acuerdos y convenios de financiamiento” (Silvia Molina y Viviana Herrera, Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario – CEDLA)

Venezuela, la Franja y Ruta en medio de la crisis política

China, que le ha hecho préstamos a Venezuela por más de 67 mil millones de dólares (según cifras de Inter-American Dialogue) a cambio de petróleo, es vista como un actor clave en la crisis política allí.

Aunque en el pasado ha sido un apoyo fundamental del gobierno chavista, ha optado por mantener los canales abiertos también con la oposición, en una postura consistente con su política exterior pragmática y realista. De hecho, el presidente autoproclamado Juan Carlos Guaidó sorprendió cuando afirmó en un mitin hace unas semanas que diplomáticos chinos le habían asegurado que “se aproxima una solución a través del Grupo de Contacto” que intenta mediar entre ambos.

Fecha de firma: Diciembre de 2017

Qué dijeron: “Recibiremos miles de millones de dólares en inversiones para hacer realidad nuestras empresas mixtas en el campo petrolero (…) Gracias a la sólida relación Venezuela-China (…), hoy Venezuela está de pie, está batallando y está en mejores circunstancias que nunca antes” (Presidente Nicolás Maduro en Beijing en 2018)

Proyectos bandera: En la última década China y Venezuela han acordado impulsar cientos de proyectos, sin que sea muy claro el avance de la mayoría de ellos. Entre ellos figuran la central termoeléctrica de La Cabrera (que funciona hoy a una fracción de su capacidad) y la plantaeléctrica de El Vigía (también en operación parcial). Otros han sido un fracaso, como la abandonada planta de procesamiento de arroz en Delta Amacuro que debía ser la más grande de América Latina.

Preocupaciones: “Por desgracia, como lo han sufrido en carne propia Pakistán, Sri Lanka, Sudáfrica, Ecuador y Venezuela, el financiamiento para el desarrollo por parte de China suele provocar en la economía una borrachera llena de corrupción, que va seguida de una desagradable resaca financiera (y a veces política)” (Ricardo Hausmann, ex ministro y asesor económico de Guaidó)

Colombia, el único ausente

Con la llegada de Perú a la Franja y la Ruta, Colombia se queda como el único país andino en mantenerse por ahora al margen. Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que de los cinco es el que menos ha priorizado a China en su agenda política, que –bajo el nuevo presidente Iván Duque- gira principalmente en torno a la crisis política de Venezuela y la estrategia de Estados Unidos en la región.

Qué dijeron: “El Gobierno nacional reconoce la importancia internacional de esta iniciativa y actualmente evalúa el contenido de la propuesta presentada por China, en sus distintas dimensiones, en aras de definir su posible participación en la misma” (Canciller Carlos Holmes Trujillo)

Proyectos bandera: Por el momento son pocos los proyectos chinos en Colombia, aparte de la Autopista al Mar 2 que conecta al golfo de Urabá en el Caribe, de las flotas de buses eléctricos en Cali y Medellín y de varios yacimientos de petróleo que busca explotar Sinochem (y que no han estado exentos de conflictos sociales).

“Colombia es un país importante de América Latina que tiene buenas relaciones bilaterales con China; una mayor ampliación de la cooperación en beneficio mutuo se adapta a los intereses de ambas partes, y, además, cuenta con una gran potencialidad”, escribió hace un mes el embajador chino Li Nianping en una columna de opinión en El Tiempo, invitando al país a sumarse.

Preocupaciones: “No debe olvidarse que ese financiamiento vino atado a exigentes condicionamientos para adquirir bienes-servicios ofertados por China (…) Colombia tiene espacio para profundizar en las relaciones comerciales con China, pero para ello tendrá primero que habilitar la costa Pacífica al comercio exterior” (Sergio Clavijo, presidente de Asociación Nacional de Instituciones Financieras – ANIF).

Fuente: https://dialogochino.net/28021-chinas-belt-and-road-advances-in-latin-americas-andean-region/?lang=es