SEMANA ECONÓMICA 28 de junio. Luego de tres años consecutivos en los que la inversión minera ha caído (en el 2016 la inversión total representó un 42% de lo que fue en el 2013), el Perú está enfocado nuevamente en reactivar sus inversiones mineras a partir de una serie de cambios regulatorios que agilicen los trámites para exploraciones. No obstante, todavía existen una serie de factores sociales y políticos que alejan las inversiones de nuestro país.

Andrew Van Dinter, mining and metals tax leader global de EY, analiza cuáles son los aspectos por mejorar y cuáles son los retos actuales para la industria minera.

¿Cuál es la percepción del Perú como foco de inversiones mineras?

En el Perú hay varios retos para el sector minero. Hay un fuerte debate por el uso del agua y de cómo se relaciona con el uso que también le dan para la agricultura. Hay incertidumbre que aparece por cambios regulatorios y legales. El debate social es muy fuerte: hay muchas discrepancias con las comunidades en cuanto a las regalías mineras que están recibiendo.

¿Esto es una constante en términos internacionales?

Mirándolo en términos globales, esto es consistente con lo que sucede en otras partes del mundo, como en Canadá. En Australia también sucede algo similar. El Perú no es considerado un mal sitio para invertir, sólo que se necesita de más apoyo del gobierno. Cuando los precios y costos no son óptimos para minar es que el gobierno debe generar un ambiente estable.

artículo relacionadoExploración sin (tanto) trámite¿Cuáles son los retos actuales de la industria minera?

Uno de los retos más difíciles de ahora es enfrentar las expectativas sociales. Una de las cosas que pudieron comprender los gobiernos y las comunidades después del superciclo de precios es que estaban entrando ingresos enormes y todo estaba yendo a los empresarios.

En Chile, una de las cosas que encontramos en un estudio que hicimos es que los líderes de las comunidades piensan de forma muy distinta que las comunidades. Los líderes tienen todo lo que piden, pero las comunidades no entendían por qué se habían negociado ciertos temas y otros no. Por eso es necesario que los empresarios ahora se involucren más con las comunidades. Los empresarios se han demorado mucho en entender la importancia de sus relaciones comunitarias.

¿Las mineras lograrán seguir bajando sus costos y ser más eficientes?

El foco en la industria es bajar costos, definitivamente. Lo que estamos viendo es que se tienen que cambiar los procesos; se tiene que pensar en automatización.

¿Las empresas mineras han aprendido de los errores que tuvieron en el superciclo de precios? ¿Son financieramente más responsables?

Ahora la industria ha entendido la necesidad de ser más productivos y estar seguros que aquello en lo que invierte va a dar resultados. Antes, los precios eran tan altos que no importaba cuánto gastabas. Yo diría que hay un grado de cautela en cuanto a cómo se va a ver el resultado a largo plazo de las inversiones que se hagan. Hoy uno de los riesgos a los que se enfrenta la industria es la renovación de los recursos: construir un banco de recursos para minar a mediano plazo es hoy un reto.

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