El Periódico de la Energía • Así será el gran reto de Repsol, transformar sus refinerías en centros de bajas emisiones
El nuevo plan estratégico de Repsol tendrá como uno de sus cuatro ejes la industria, y más concretamente a sus cinco grandes polos industriales, sus refinerías de Tarragona, Petronor, Cartagena, Puertollano y A Coruña. Es aquí donde se encuentra el gran reto de la petrolera en su plan de transformación, conseguir que las refinerías, grandes centros de emisiones, se conviertan en unidades de producción más limpias.
El plan de Repsol pasa por hacer de sus grandes complejos industriales en España, Portugal y Perú unos ‘hubs’ multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología.
«El objetivo es producir 1.300.000 toneladas de biocombustibles para 2025», ha señalado el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz,
Imaz ha anunciado que su mayor refinería, la de Tarragona, se convertirá muy pronto en un nuevo centro de producción de bioquerosenos, también conocidos en el argot energético como biojet.
Imaz confía en que el sector de la aviación vaya poco a poco recuperándose y en ese proceso de descarbonización que se producirá en los combustibles que utilizan los aviones (querosenos), la petrolera española quiere estar ahí para liderar este cambio fundamental que supondrá el uso de bioquerosenos.
Este será el principal avance para los próximos años en Tarragona donde seguirán trabajando con los HVO, biocombustibles avanzados a base de aceites vegetales.
En el caso de Puertollano, Imaz ha destacado que este centro «es pionera en muchos campos como refinería en materia de en economía circular» y donde también fabrican HVO.
Puertollano va a tener un papel fundamental en el hidrógeno, porque uno de los proyectos estrella tecnológicamente hablando de la compañía, «lo desarrollaremos en Puertollano conjuntamente con Enagás».
«Lo que estamos haciendo es un proceso de fotoelectrocatálisis que consiste en fabricar hidrógeno a partir de luz solar sin pasar por electricidad. El agua ionizada, los fotones del sol inciden sobre el agua, rompen la molécula de agua y se genera hidrógeno sin que haya electricidad en los pasos intermedios. Es una tecnología interesante que podría ser en el futuro más competitiva que el resto, que tiene más incertidumbre tecnológica, pero que vamos a apostar por ella».
Asimismo, el CEO de la compañía ha querido subrayar que han llevado a cabo en Puertollano una prueba pionera en España con la fabricación de más de 7.000 toneladas de biojet para aviación.
Hidrógeno
Imaz ha asegurado que el hidrógeno renovable será «un importante vector» para la descarbonización de la industria, con aplicaciones «que van desde su uso como materia prima para producir combustibles sintéticos hasta el almacenamiento de energía renovable».
«Repsol ambiciona ser líder en hidrógeno renovable en la Península Ibérica para alcanzar en 2025 una producción equivalente de 400 MW, con la ambición de superar 1,2 GW en 2030», ha manifestado.
Josu Jon Imaz ha puntualizado que la captura y uso de CO2 será «también fundamental» en el proceso de transformación, «gracias a proyectos como el de combustibles sintéticos que se desarrollará en Petronor», la única refinería de la Península y una de las pocas de Europa que ha integrado este tipo de procesos.
Según ha incidido, la planta de hidrógeno verde de Petronor, será «pionera tecnológicamente a nivel mundial». «Los 50 barriles/día, aproximadamente, que vamos a producir, en la medida en que seamos capaces demostrar tecnológicamente su competitividad también en costes, nos van a permitir un escalado en todas las operaciones de Repsol, posiblemente a partir del año 2025 o en la década de 2030. Esta es base de los combustibles sintéticos en Repsol», ha defendido.
El hidrógeno será protagonista en todos los centros de producción de Repsol. En el caso de Cartagena Repsol construirá en su refinería la primera planta de producción de biocombustibles avanzados de España. La compañía multienergética, que apuesta por la economía circular como herramienta para el uso eficiente de los recursos y la reducción de emisiones, suministrará, desde esta nueva instalación, 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados para aviones, camiones y coches.
La nueva instalación, cuya construcción supondrá una inversión estimada de 188 millones de euros, incluirá la puesta en marcha de una planta de hidrógeno que alimentará a una nueva unidad de hidrotratamiento dotada con tecnología de vanguardia.
Este proyecto se enmarca en el compromiso que tiene Repsol con la transición energética y en su ambición de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050. Los biocombustibles avanzados producidos en la refinería de Cartagena permitirán una reducción de 900.000 toneladas de CO2 anuales, en una iniciativa más de la compañía para luchar contra el cambio climático y, al mismo tiempo, darle un nuevo uso a materias primas recicladas.
El otro gran centro, el de A Coruña también afrontará grandes cambios enfocados en materia de biocombustibles.
Fuente: El Periódico de la Energía