YPFB Chaco, subsidiaria de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), reportó una pérdida de 444,1 millones de bolivianos, pero determinó distribuir entre sus accionistas los dividendos acumulados de gestiones pasadas.

“Aprobar por mayoría el registro de la pérdida de la gestión fiscal concluida al 31 de marzo de 2022, por un importe de 444.140.787 bolivianos contra Resultados Acumulados retenidos en Gestiones pasadas”, comunicó la junta general ordinaria de accionistas de YPFB Chaco, celebrada el miércoles 29 de junio de 2022.

Además, la junta decidió aprobar por mayoría la distribución de dividendos de resultados acumulados de gestiones anteriores, por un importe de 4,32 bolivianos por acción, equivalente a 69.549.062 bolivianos (69,5 millones) que serán pagados a partir de agosto de 2022.

En la oportunidad se aprobaron por unanimidad los Estados Financieros auditados de la Sociedad para la gestión fiscal concluida al 31 de marzo de 2022, los cuales incluyen el Dictamen del Auditor Externo, Balance General, Estado de Resultados, Estado de Evolución del Patrimonio Neto, Estado de Flujo de Efectivo y Notas.

Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, opinó que estos resultados reflejan lo que acontece en el sector hidrocarburos; tanto YPFB Chaco como YPFB Andina cada vez producen menos gas y petróleo, y por lo tanto reciben menores ingresos.

“Las subsidirias de YPFB van en esa dirección, cada vez se pruduce menos gas, petróleo, condensado, cada vez se transporta y se refina menos y por lo tanto los ingresos de subsidiarias se hace cada vez menos y eso lleva a pérdidas”, puntualizó. La exportación de gas a Brasil ya no es igual al contrato inicial de 30 millones de metros cúbicos día (MMmcd), sino de 20 MMmcd.

Según Ríos, la única forma de que YPFB Chaco y otras empresas restablezcan sus ingresos es gestar un nuevo modelo y sistema tributario que permita a estas compañías revertir pérdidas. “Si no se produce más gas y petróleo, se entregará menos plata a las empresas subsidiarias y reportarán pérdidas”, agregó.

Ríos sostuvo que Chaco y otras subsidiarias han distribuido dividendos de gestiones pasadas para que YPFB, el accionista principal, pueda importar combustibles. “Cuando la producción hace 6 o 7 años era de 30% a 40% y la situación era diferente, todas las empresa reportaban utilidades y tenían mejor performance financiero. La única salida para que las subsidiarias no se debiliten es un nuevo modelo que permita inversión masiva y Chaco y Andina puedan asociarse en minoría o en lo que se pueda para hacer exploración”, subrayó.

Los resultados financieros de Chaco tienen que ver también con la perforación de varios pozos en la que se invirtió 40 hasta 80 millones de dólares.

El analista Alberto Bonadona indicó que los accionistas de la empresa optan por distribuir los dividendos de gestiones pasadas que seguir guardando esos recursos, por las proyecciones que tienen para este año.

“Si la empresa estaría con mejores proyecciones a futuro, esa reserva debería quedarse. Es algo extraordinario, se supone que las empresas en general buscan generar utilidad y si no, es porque no tienen buenas persperctivas”, apuntó Bonadona.

El 23 de enero de 2009 mediante Decreto Supremo 29887, el Gobierno nacionalizó la petrolera Chaco.

Opera los campos Bulo Bulo, Carrasco, Los Cusis, Patujusal, Patujusal Oeste, San Roque, Vuelta Grande, Kanata y Kanata Norte, Carrasco Oeste, El Dorado Sur, El Dorado, Percheles, Junín, Palometas North West, Santa Rosa Oeste, Santa Rosa y Humberto Suárez Roca.

Publicado en: Página Siete