El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, se encuentra en Argentina con el fin de concretar la compra de crudo del campo petrolero Vaca Muerta. El ejecutivo aseguró que esa adquisición le permitirá al país bajar los montos de subvención, en especial de diésel.

“Estamos viendo la oportunidad de poder transportar crudo desde Vaca Muerta (en Argentina) hasta Bolivia. Entendemos que nuestro blent boliviano (tipo de petróleo más ligero), al ser gran parte condensado de la producción de gas natural, tiene bajos rendimientos de diésel”, declaró el ejecutivo.

La producción de gas natural en el país disminuyó en 32,66% entre 2014 y 2022. Estas cifras muestran la delicada situación por la que atraviesa ese sector en el país. Actualmente, Bolivia debe importar más diésel y gasolina a un costo elevado, ante la menor oferta de líquidos asociados al gas. En los últimos años tuvo que bajar los volúmenes de gas exportados a los mercados de Argentina y Brasil.

“Hoy importamos combustibles y en vez de importar combustibles (podríamos) importar petróleo. Ya comenzamos con esta operación hace un tiempo, ya ingresamos (al país) petróleo por ducto. Entonces, el objetivo es tener un petróleo más pesado, como el que podamos encontrar en Vaca Muerta, y transportarlo hasta Bolivia a través del sistema de ductos que existe ya en Argentina y que llega hasta Bolivia”, agregó el ejecutivo de la petrolera.

El 31 de diciembre, la empresa estatal informó que “próximamente” iba a importar 182.500 barriles (Bbl) de petróleo crudo para ser procesados en las refinerías a fin de obtener gasolina y diésel, que se comercializarán en el mercado interno.

En esa oportunidad, la petrolera boliviana informó que la compra de crudo permitirá ahorrar al año aproximadamente 156 millones de dólares por concepto de subvención a los carburantes. Este monto se alcanzaría si se usa la totalidad del ducto y se evitaría la “fuga de divisas” por 720 millones de dólares.

“Este es un trabajo que venimos realizando con empresas argentinas, donde también YPFB tiene una participación grande. (Vamos a) ver las opciones de tipo de crudo que podríamos introducir a Bolivia para refinarlo. Así vamos a darle mayor trabajo a nuestras refinerías y al mismo tiempo disminuir los costos de importación de los combustibles. Las diferencias de los costos de maquila se quedarán en el país”, precisó la autoridad hidrocarburífera.

Susana Anaya, experta en el sector de hidrocarburos, declaró que YPFB invirtió en las refinerías para ampliar su capacidad, pero “no se fijaron” que los campos de producción estaban cayendo junto con la producción de petróleo y líquidos asociados al gas. “Las refinerías no iban a tener la suficiente carga para funcionar. Entonces, uno de los objetivos es dar cierta funcionalidad a esas inversiones que han hecho. Seguramente ahora las refinerías deben estar funcionando a pérdida”.

Por otro lado, según la profesional, el “argumento” de la importación de crudo es que disminuye la subvención. “Pero debería hacerse un cálculo exacto de los beneficios de la importación de crudo para ver si el resultado es positivo para el país o sólo para las refinerías”.

El presidente de YPFB dijo que por lo general el petróleo boliviano es el que entra a las refinerías nacionales. Por eso se continuará con la búsqueda de este recurso, es “uno dentro de nuestros proyectos” de exploración en los campos de Yarará , Mayaya Centro y Yope.