Página Siete • Planta de úrea pierde $us 257 millones en un año y retira 84% de trabajadores
El daño económico mensual al complejo petroquímico más grande del país es de 21,4 millones de dólares, aproximadamente. Actualmente no abastece al mercado internacional ni al nacional.
Fue construida en 2017 con el objetivo de impactar en la agricultura con la producción de fertilizantes; pero desde que inició sus operaciones fue cuestionada por generar pérdidas económicas al Estado. La Planta de Úrea y Amoniaco de Bulo Bulo, en el trópico de Cochabamba, el complejo petroquímico más grande del país, está paralizada desde noviembre de 2019. En un año perdió 257 millones de dólares y retiró al 84% de sus trabajadores.
“Si se hace una cotización, la tonelada de amoniaco está 264 dólares y por la capacidad productiva que tiene, se estima que más o menos la pérdida anual es de 257 millones de dólares ”, dijo el presidente de la Cámara Departamental de Hidrocarburos y Energía de Cochabamba, Cristian Torrico. Según el cálculo, cada mes el daño económico del complejo fue de 21,4 millones de dólares, aproximadamente.
La planta fue inaugurada en septiembre de 2017, demandó una inversión de 953 millones de dólares con crédito del Banco Central de Bolivia y tiene una capacidad de producción de 700 mil toneladas de fertilizante por año. El principal comprador era Brasil con 277.539 toneladas; seguido por Argentina con 103.725; Paraguay con 27.952; Uruguay con 13.008, y Perú con 4.068. Antes de la paralización de producción tenía contratos pendientes con el primer país.
“Consultada en septiembre de 2020, sobre si los contratos se vieron perjudicados por la parada de la planta desde noviembre de 2019, la gerencia de productos derivados e industrializados de YPFB del gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Añez aseguró que no se tienen penalidades en los contratos, declaraciones que deberán ser corroboradas con la actual administración”, respondió Moisés Quispe, director de Desarrollo Industrial, Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba a un cuestionario enviado por Página Siete.
Causas de la paralización
El reporte de la Dirección de Desarrollo Industrial, Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba, con base en inspecciones e información facilitada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), sostiene los motivos para el paro de la planta fueron los siguientes:
En los meses de noviembre y diciembre de 2019 se procedió a realizar un paro programado por saldos críticos de químicos en stock de la planta y almacén de úrea, que estaban al límite de su capacidad debido a los conflictos poselectorales.
Una vez solucionados estos factores externos se procedió a cumplir con los requerimientos de despacho de úrea acorde a lo almacenado. Sin embargo, argumentan que no iniciaron operaciones debido a que cayeron los procesos de contratación de suministro de úrea formaldehido químico, un componente importante para la producción del fertilizante y por el cambio de personal en la administración.
En enero de 2020 se anunció una auditoría por el Ministerio de Hidrocarburos; sin embargo, la Gobernación cochabambina asegura que a la fecha no se hizo pública. “La administración de la Planta Amoniaco Úrea menciona que se estaba desarrollando una reingeniería y auditoría a la planta, pero por el tema de la pandemia de la Covid-19 se vio paralizada”, dice el reporte.
Pese a ello – prosigue- se aplicó el Plan Integral de Mantenimiento de Preservación con el objetivo de preservar los equipos con inyección de nitrógeno; esto con la finalidad que cuando haya la orden de arrancar no se suscite ningún inconveniente en las operaciones de la factoría.
En mayo de 2020, el complejo atravesó otra dificultad. Los procesos de licitación fueron afectados tras la declaratoria de emergencia sanitaria por el coronavirus, por lo que recién en junio de 2020 inició el proceso de contratación de suministro de úrea formaldehido, aunque en septiembre de 2020 se declaró desierto.
Situación actual
El complejo no produce amoniaco ni úrea, pero la Dirección de Desarrollo Industrial, Energía e Hidrocarburos de la Gobernación explica que la Planta de Servicios Auxiliares se encuentra operando con normalidad a carga mínima y realiza las siguientes funciones:
Tratamiento de agua del río Ichoa para la generación de vapor y energía eléctrica, circuito de refrigeración, agua contra incendios y agua potable. Generación de nitrógeno para preservar las plantas de amoniaco y úrea. Servicios de aire comprimido para instrumentos, actuadores y otros.
Específicamente, en la Planta de Amoniaco y Úrea el sistema de preservación está activo gracias al nitrógeno que genera, y realiza operaciones rutinarias para periodos de paralización prolongada, dice el informe.
Estas operaciones se las realiza con el mínimo de personal. La mayoría de los operarios fueron retirados; mientras tanto, se espera que el nuevo gobierno asuma acciones en busca de la reactivación de la factoría más grande del país.
“Dentro de las acciones que realizara el Gobierno nacional está evaluar la situación actual de la planta y los efectos que trajo consigo este paro prolongado”, sostuvo Quispe.
La petroquímica
La Planta de Úrea y Amoniaco de Bulo Bulo fue inaugurada en septiembre de 2017, con una inversión de 953 millones de dólares. Tiene una capacidad de producción de 700 mil tn de fertilizante por año. Se necesita un millón de dólares para que en medio año reinicie operaciones.
Fuente: Página Siete