En 2022 subió la demanda de carburantes, pero la subvención se disparó en 171%
La comercialización de diésel en el país subió en 2022 un 10,8 por ciento en comparación a 2021, de acuerdo a datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, y con ello el monto destinado a la subvención de combustibles, que pasó de al menos 627 millones de dólares a aproximadamente 1.700 millones.
El Gobierno no difundió datos desagregados del monto destinado a la subvención de combustibles en 2022; no obstante, el vicepresidente de Administración, Contratos y Fiscalización de YPFB, Enzo Michel, informó a fines de enero que el monto destinado a subvencionar los combustibles llegaba a los 1.700 millones de dólares.
Esto representa un 39 por ciento del total de importaciones, que en 2022 llegó a 4.365 millones.
Según datos oficiales, en 2021, el Estado boliviano gastó un total de 2.250 millones en importar combustibles y destinó aproximadamente 627 millones a la subvención: 483 millones para diésel y 144 millones para gasolina.
El analista en hidrocarburos Mauricio Medinaceli indicó en un artículo que la forma más simple de aproximarse al monto de la subvención es restar el costo de los combustibles en el exterior con el costo fijo al que se vende en el país.
No obstante, al regirse por las cifras oficiales, los recursos destinados a la subvención en 2022 aumentaron en 171 por ciento en relación a lo que se gastó en 2021.
Según el analista e investigador en hidrocarburos de Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, esto se debe a un aumento del precio internacional de los combustibles, pero también al crecimiento del parque automotor, que entre 2020 y 2022 aumentó en 6 por ciento.
El analista dijo que el problema de fondo es “una política de subvención ciega” que desangra las reservas internacionales al beneficiar “a todos sin distinguir necesidades”.
En ese sentido, Velásquez recomendó plantear una nueva subvención que se enfoque en aquellos sectores de la población que más necesitan un ahorro en el costo de los combustibles. El diésel en el mercado internacional cuesta 9,8 bolivianos y en el país se vende a 3,72.
Sin embargo, en reiteradas oportunidades, YPFB garantizó la estabilidad del precio de los combustibles.
Gobierno busca reducir costos
El Gobierno boliviano busca reducir la importación de combustibles a partir de la compra de crudo para su refinación y la generación de biocombustibles con plantas que operarán desde Santa Cruz.
Las autoridades han reconocido que el monto económico para traer diésel y gasolina al país y venderlos a un precio más bajo de lo que cuesta en el exterior es una carga que afecta a la petrolera estatal y también a las reservas internacionales, las cuales han caído en los últimos meses.
Publicado en: Los Tiempos