Armin Dorgathen, presidente de YPFB: “La Ley de Incentivos no funcionó por demasiada burocracia en el sistema”
El presidente de YPFB habló de dos temas álgidos en la coyuntura de la industria hidrocarburífera, los combustibles y la exploración de gas. Considera que Bolivia sigue siendo una nación atractiva para invertir
Después de muchos años un presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admite lo que otros negaron, “una inercia” en exploración y las dificultades que genera el subsidio a los combustibles. Pero Armin Dorgathen, titular de Yacimientos, es optimista con relación al futuro de la industria y apunta a tener mejores precios e inversión en la búsqueda de gas.
_Hay un incremento en la importación de combustibles y en siete meses se superó todo lo comprado en 2021, ¿en cuánto varió el presupuesto?
Después de la guerra entre Rusia y Ucrania vimos que el precio del petróleo pasó los $us 100, y eso repercutió en los indicadores que usamos para la compra de diésel. Además, Rusia es el segundo mayor productor de petróleo.
Esto hizo que al cortar Rusia el suministro, Europa comience a consumir más haciendo que el mercado se desestabilice.
No solo fue un tema de precios. Tuvimos un problema de abastecimiento, estábamos con un 80% de suministro porque algunos proveedores no tenían el producto, como Petroperú que dejó de proveernos de diésel.
Tuvimos la suerte, porque hubo desabastecimiento en Brasil, casi todos los países estaban con los tanques vacíos. Y nuestro presupuesto subió entre un 30 y 40%.
También está el tema del contrabando porque al mismo tiempo que suben los precios se ve que hay un incremento del 15 al 20% adicional a la demanda normal.
Tomamos acciones. Fuimos a la frontera vimos cómo realmente operan y tenemos un plan para evitar esta situación porque fue un tema que nos desfasó.
En algún momento hablamos de que faltaba el diésel en algún lugar. Producto tenemos, pero no lo despachamos todo porque una parte se está yendo a otro lado.
_Según la Constitución, YPFB tiene que abastecer el mercado interno ¿hay condiciones para mantener el subsidio?
Hay un tema de problema logístico, que lo heredamos, bastante complejo. Evidentemente, estamos solucionando estos temas logísticos para poder disminuir este costo que tenemos en la importación de combustibles, es parte del trabajo que estamos haciendo ahora. Como YPFB es nuestra obligación el tema de proveer, y evidentemente hay el soporte del Gobierno central que nos devuelve el costo de la importación.
Entonces, lo vamos a seguir haciendo, pero se necesita ajustar muchas cosas y hay lugares donde podemos reducir bastante los márgenes. También estamos trabajando en soluciones más estructurales, no solamente en el problema logístico que los vamos a solucionar en 2023. Vamos a tener un sistema logístico mucho más eficiente hacia el 2024 y 2025.
En 2026 tendremos la planta de biodiésel para mezclar como lo hacen en otras partes del mundo. Con esto solucionaremos un porcentaje grande de la subvención.
Pero son políticas de estabilidad económica que se tienen que mantener. Desgraciadamente hay personas inescrupulosas en su uso. Si no hubiera contrabando, la subvención sería mucho menor.
_¿De quién recibió esta herencia?, muchos culpan al Gobierno de transición, pero estos problemas ya venían de antes…
Hace varios años sabíamos que íbamos a ser un país importador de combustibles. Eso es algo que se sabe y se tiene que ver la forma de que esta importación sea lo menor posible.
Algo muy básico, la importación de combustible hacia el oriente se la hace por Argentina o Paraguay, por el precio que manejamos por estos lugares estamos hablando de un premio (bono que se paga al importador) que supera los $us 350. Mientras que si importamos por Arica, el precio y el premio es de $us 40 y 50, hay un margen grande porque importar por el Atlántico es mucho más complejo que llegar por el Pacífico.
En el Pacífico tenemos la única planta de YPFB que está en Arica. La idea es ampliar la planta que tenemos e ingresar la mayor cantidad del combustible porque es más barato por Chile, pero por un tema logístico es restringido
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_Pero durante la gestión del expresidente Evo Morales se hablaba de autoabastecimiento…
El autoabastecimiento es un lugar al que queremos llegar. Evidentemente, pensar en un autoabastecimiento con producción nacional hoy, como estamos, no es algo real. Podemos mejorar un poco la producción, estamos desarrollando Yarará, Boquerón que son proyectos que nos van a poder permitir subir bastante la producción de crudo.
Porque al final la falta de diésel es porque la mayor producción de líquidos es condensada, es un 30%, mientras más petróleo tengamos vamos a mejorar. Pero con lo que tenemos hoy conectado de producción nacional no vas a poder cubrir la demanda de diésel y hace mucho que no se cubre.
_Antes, desde el Gobierno se cuestionaba a los medios de comunicación y expertos que hacían notar el problema…
Pero es que es un problema que siempre va a tender a crecer. Hace muchos años atrás la importación de combustible no era lo que es ahora. Pero el crecimiento del país, la economía, del agro en Santa Cruz es algo que va a subir, y el consumo también. Y sí, los campos tienden a bajar, es obvio que la brecha seguirá aumentando y es ahí donde se tiene que atacar.
Personalmente, creo que en el norte del país hay un potencial gigante para el crudo, pero eso no es algo que para el 2023 lo vayamos a tener, es algo a mediano y largo plazo que vamos a tener ese petróleo.
_¿Qué medidas están realizando para recortar el costo de las importaciones, tomando en cuenta su alto costo?
El precio ya se estabilizó. Las otras refinerías comenzaron a producir, ya hay un poco más de producto. Nuestros tanques están a un 70% con muchos días de abastecimiento. Ya estamos bien. Los precios se han regulado, pero hay que buscar soluciones porque importar combustibles es quemar plata, vos importas y el dólar se va. Arrancamos con el proyecto de las plantas de biodiésel. Hoy, considerando incluso el aceite de soya a 60 dólares, el biodiésel es más atractivo que el diésel fósil.
Y cuando tengas que comenzar con la palma, y con otro tipo de aceite que puedan ser más baratos, vas a tener un biodiésel más atractivo con la ventaja de que vas a generar empleo, en la siembra, en la cosecha, en la molienda, en la producción del aceite, en logística y en la construcción de la planta. Estamos viendo la posibilidad de importar crudo para darle trabajo a las refinerías que están operando entre un 50 y 54%.
Y obviamente el desarrollo de los campos que tenemos a base de descubrimientos. Por ejemplo, Boquerón nunca se desarrolló porque no estaba recibiendo los incentivos que teníamos en la Ley 767. El año pasado comenzamos a pagar y con eso reactivamos.
Son seis pozos los que se están perforando en Boquerón que tiene una perspectiva de crecimiento y por la zona tenemos tres proyectos exploratorios que vamos a desarrollar. Con eso queremos subir la producción de crudo.
_¿Por qué no se usaron los recursos del fondo que creó la Ley de Incentivos? ¿Fueron destinados a la lucha contra el Covid?
El hecho de que se haya usado el fondo para el Covid está mal, porque sí o sí se tenían que pagar los incentivos de lo que se habló en su momento. Si bien durante varios años no se pagó, ahora ya lo estamos haciendo.
Boquerón es el ejemplo perfecto. La perforación de estos seis pozos no se hizo porque no había ese pago. Comenzamos a pagar y recién se dio luz verde.
Boquerón está operado por la empresa Andina, pero es una sociedad entre YPFB y Repsol, y al no haber el pago una de las partes decía que los proyectos no van hasta que se pague. Entonces, se comenzó a pagar y los proyectos avanzaron.
Antes, estos incentivos se pagaban en notas de crédito fiscal y las cosas funcionaban. Con la Ley de Incentivos se trató de que aumenten, pero al no pagarse lo que pasó es que no se realizaban las actividades.
_¿Por cuánto tiempo no se pagaron los incentivos?
Desde 2017 hasta 2021. Son cuatros años.
_Cuatro años en exploración es bastante tiempo…
Correcto, en ese tiempo puedes poner en producción algo. Lanzamos el programa de exploración incluso todo el tema de la aprobación de licencias ambientales y todo ese camino que hay que realizar para construir caminos y planchadas, y después perforar es un proceso largo.
_Insisto ¿qué factores llevaron a que no se use este fondo, porque la ley fue muy discutida por las regiones?
La idea y la concepción de que las regiones tienen que aportar están bien. Hay que ser claros hoy sobre la renta petrolera, ojalá quedara en YPFB para la reinversión, pero ese recurso va para las regiones, universidades, municipios para todos lados. Sin embargo, a veces hay que entender que si ese mismo dinero no se reinvierte para el tema de hidrocarburos, se acabará.
No funcionó porque creo que se puso demasiada burocracia en todo ese sistema. Los decretos supremos que fueron reglamentando la ley fueron difíciles de solucionar. Hubo campos que no lograron cumplir y no iban a recibir incentivos, fue complicado y estamos solucionado lo que se puede, pero hay algunos que no tienen solución.
_Más allá de las observaciones al Gobierno de transición ¿No cree que se descuidó la faceta exploratoria en la administración de Evo? ¿No se pensó a mediano o largo plazo?
Son administraciones que hubo en su momento. Durante el Gobierno de Jeanine Áñez se paró por completo todo. El otro día el gobernador (de Santa Cruz) decía que no se estaba haciendo exploración por el corte del gas para la autogeneración de los empresarios, y evidentemente no tiene idea sobre el tema.
Porque en el Gobierno de Áñez, y voy a dar tres ejemplos claros: Sararenda, San Miguel e Itacaraí, sufrieron retrasos, porque por los 21 días de paro no se ponían de acuerdo si eso era fuerza mayor o no. Y ese era también el gobierno de Camacho porque gente de él estaba en YPFB.
Cuando llegamos, lo primero que hicimos fue destrabar eso. Se iban a acabar los tiempos.
En exploración hay etapas y cuando vencen los plazos se ejecutan boletas de garantía y se revierte el contrato, lo cual es un daño.
Lo que cuesta sacar un contrato son años. Ese fue el legado que tuvimos de Jeanine Áñez.
Antes de eso, hubo una etapa con el licenciado Carlos Villegas donde se trató de arrancar con exploración bastante fuerte.
Se hicieron proyectos para comenzar la parte prospectiva y fue una pena su fallecimiento. Fue una persona que admiro mucho porque yo trabajé con él en su momento. Y después de eso no se le dio la prioridad que se debió haber dado a la exploración.
Hubo un tiempo de inercia, después se siguió buscando, pero faltó un poco de agresividad.
Y llegamos a un punto donde estamos ahora, retomando la exploración. Entramos con fuerza entendiendo que para cualquier cosa que tengamos que hacer necesitamos tener hidrocarburos. Y para tenerlo es perforando, es como el fútbol: es haciendo goles.
_¿Se puede atraer inversiones con el barril subsidiado en el mercado interno y un ‘government take’ alto, frente a lo que ofrece Argentina en Vaca Muerta o Brasil con el Presal?
Bolivia tiene una condición buena, hay que ver lo bueno también. Y lo positivo es que tenemos todas las facilidades y las instalaciones ya construidas para llegar hasta el mercado brasileño donde como YPFB tenemos el 51% de todo lo que es el ducto en el lado boliviano y en el lado brasileño el 20%, lo cual te asegura a vos como inversionista en el ‘upstream’ que tu gas tiene mercado y el mercado brasileño es impresionante en lo que es gas. Es insaciable.
Justamente estuve en Río de Janeiro tratando de atraer inversiones la anterior semana y las empresas brasileñas están desesperadas por el gas boliviano y el tema es que hay que venir e invertir en Bolivia para crear más gas. Está claro el tema.
Otro incentivo es el precio. Estamos con contratos que van a ir finalizando; son acuerdos que permitieron desarrollar el mercado del gas en Bolivia y Brasil, desarrollar la industria y crear un ducto que es gigante.
Sin embargo, en ese momento el precio pudo ser bueno, pero ahora no es bueno para el país. Pero hay que cumplir el contrato, lo haremos, después se nos abre una ventana para mejores precios y eso es un incentivo grande.
Nosotros tenemos estabilidad económica. Vaca Muerta es una cantidad de reservas gigante que tiene Argentina, pero la ventaja de Bolivia es que si traes $us 100 millones, seguirán siendo $us 100 millones, en Argentina no sabes; porque debido a la devaluación esa inversión puede perderse.
Recientemente (en Argentina) cambiaron una normativa para que las empresas puedan sacar parte de sus ganancias en dólares. Bolivia no tiene ese problema, puede hacer lo que quiera porque la moneda es estable.
_¿Qué tan factibles son los proyectos de exploración que aprobó la Asamblea?
La ventaja de estos reservorios es que la chance de éxito es entre un 20 y 25%. Hay que perforar, yo creo que habrá éxito, hay una empresa nueva que va a venir a Bolivia y hace muchos años que no se veía un operador nuevo en el país; que es Canacol, este año también empieza YPF Argentina con Charagua. Creo que es importante en el tema exploratorio que se vuelvan a hacer pozos, con YPFB estamos entrando en varios proyectos. Con estos cinco contratos demostramos que hay compañías que están viniendo a invertir y otras más comenzarán a hacerlo después de arduas negociaciones, y como YPFB seguiremos invirtiendo.
Publicado en: El Deber