Folha de S. Paulo • Brasil no perderá espacio en el mercado chino pese al fin de los aranceles estadounidenses a la soja y carne
Los productores estadounidenses se mostraron optimistas ante la promesa de China la semana pasada de reducir los aranceles a la soja y carne de cerdo.
Esta noticia que parece la vuelta a la normalidad en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China preocupa a productores brasileños, debido a las consecuencias de las exportaciones de Brasil.
El país sufrirá los efectos del fin de la guerra comercial entre los dos gigantes, cuando ello ocurra, pero sin mucha intensidad. Los chinos no aceptan las demandas leoninas de Donald Trump. Estos incluyen compras de hasta US$ 50 mil millones en productos agrícolas estadounidenses.
Esta imposición del presidente de los Estados Unidos, en el caso de ser aceptada por los chinos, aumentaría en gran medida el volumen importado por los chinos, y como consecuencias impactaría en los precios pagados por ellos.
En el caso de la soja, la demanda inicial de los productos estadounidenses aumentaría, pero el volumen y los precios disponibles de las semillas oleaginosas brasileñas continuarán atrayendo a los chinos.
Ya en el caso de la carne, EE. UU. Y Brasil son fuertes competidores, pero la demanda de China es tan grande que hay espacio para ambos. Los datos de Secex (Secretaría de Comercio Exterior) de este lunes (9) indican que, además de volumen, los brasileños ganan en precio.
El volumen medio diario de carne de cerdo exportada por Brasil creció un 20% este mes, en comparación con noviembre. Los precios del pollo subieron un 16%, pero los precios de la carne, después de la reciente aceleración, bajaron un 10%.
El exportador brasileño recibe, en dólares, un 30% más por la carne de res este mes, en comparación con diciembre de 2018. La carne de cerdo aumentó un 18%, pero el pollo cayó un 1%.