Guerra del acero entre China y EEUU

hina ha decidido denunciar ante la Organización Mundial del Comercio a Estados Unidos por las sanciones «antidumping» impuestas sobre el acero chino. Esta circunstancia se da después de que Estados Unidos no haya puesto en práctica una resolución de la OMC para con los productos del gigante asiático. A esto se unen las crecientes quejas de Occidente de que Pekín está exportando acero a precios «inadecuadamente bajos».

«Estados Unidos ha empleado métodos desleales durante una investigación ‘antidumping’ sobre productos de acero laminado en frío de China y debe rectificar sus errores tan pronto como sea posible», decía en un comunicado el Ministerio de Comercio de China.

El gigante asiático explica que Estados Unidos incumple una resolución de 2014 de la Organización del Comercio que invalidaba los derechos «antidumping» del país norteamericano sobre los productos procedentes de China. Esto es, proteger los mercados internos de la competencia desleal proveniente del exterior.

El caso en cuestión se producía en 2012 cuando el gigante asiático reclamó ante la OMC la invalidación de las sanciones que Estados Unidos había impuesto a 17 de sus productos por un supuesto caso de «dumping» (venta por debajo del precio de mercado). Dos años más tarde la resolución era favorable a China porque, según el organismo internacional, Estados Unidos no había seguido los estándares de la institución al fijar sus derechos «antidumping». Estados Unidos tenía hasta el 1 de abril de 2016 para cumplir esa resolución, algo que no se está llevando a cabo según el Gobierno chino.

Desde el Ministerio de Comercio chino se ha instado a su homónimo estadounidense a aplicar el dictamen de la OMC y a rectificar sus métodos tan pronto como sea posible, de no hacerlo volverá a reclamar la intervención del organismo internacional.

Cuando China se unió a la OMC en 2001, se acordó una cláusula en su protocolo de adhesión para dar a sus socios comerciales la opción de utilizar los precios de un tercero para evaluar si se está exportando por debajo del valor de mercado.

Acusaciones de ida y vuelta

Pero si China denuncia la actitud de Estados Unidos, el país norteamericano le ha respondido duramente, con críticas por la producción de acero a bajo costo. Dicen que China está produciendo una avalancha de este metal pesado a un precio ridículo que «está afectando a los productores estadounidenses y está poniendo en peligro miles de puestos de trabajo».

China, sin embargo, hace hincapié en que sus fabricantes de acero son más eficientes y disfrutan de costes mucho más bajos que sus contrapartes internacionales.

Además China ha comunicado controvertidas rebajas fiscales a los exportadores de acero para soportar la reestructuración del sector y ha ofrecido hasta 15 millones de dólares a sus productores para compensar los empleos perdidos debido a los recortes de producción. Estados Unidos lo ve como un desafío y ha contestado imponiendo aranceles punitivos a los productos de acero chinos. La Casa Blanca ha planteado aumentar los aranceles al acero plano laminado en frío chino (usado para la construcción, electrodomésticos y los automóviles) en un 500%, una medida que entraría en vigor este verano. El Ministerio de Comercio chino se quejó de inmediato y pidió a Washington que no pusiera en marcha esta medida. Le acusa de «prácticas desleales» y de obstaculizar la capacidad de las empresas chinas para defenderse.

Uno de los grandes productores de acero de Estados Unidos, United States Steel Corp., presentaba una denuncia por separado el mes pasado acusando a los mayores productores de acero de China de conspirar para fijar los precios, el robo de secretos comerciales y de estar al límite en el cumplimiento de derechos sobre las importaciones en Estados Unidos con etiquetado falso. Esta compañía busca, además, una prohibición total de las importaciones de acero de China sobre la base de supuestos ataques de piratas informáticos para robarles la propiedad intelectual de la empresa.

Estados Unidos importa sólo el 2% de la producción anual de acero de China por un valor total que llegó en 2015 a los 2.000 millones de dólares.

Europa también se queja de China

La situación global que vive el sector del acero no es la mejor. El exceso de este metal pesado en todo el mundo coincide con la desaceleración de la economía china que ha llevado al Gobierno de Pekín a comprometerse a dar más rienda suelta al mercado. Esto ha dado lugar a guerras de reducción de precios que están llevando a algunos productores a la quiebra.

La Unión Europea ha puesto en marcha una investigación sobre las exportaciones de acero de China, después de las protestas de los trabajadores del acero europeos.

La compañía británica Tata Steel hace un mes anunciaba que planeaba vender las operaciones no rentables y que ello afectaría a unas 20.000 personas. Denunciaban que su mala situación se debía a la competencia de los bajos precios del acero chino.

Aun así, la situación en China parece no estar tan boyante como podría parecer. El Ministerio de Finanzas chino ha comunicado que prevé eliminar entre 100 y 150 millones de toneladas de producción de acero en los próximos 5 años. Y se espera que las empresas controladas por el Gobierno reduzcan el 10% de la producción en los próximos dos años. El carbón, el cemento y el aluminio chinos también sufrirán recortes de producción ya que los suministros superan la demanda.

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