Nuestra palabra: la China en Bolivia

La Plataforma Energética iniciativa impulsada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), en un nuevo ciclo, se ratifica como espacio participativo, plural y democrático para compartir y sistematizar información y análisis, generar conocimientos y promover la investigación y el debate público sobre la política energética y, dentro de ella, el futuro de los hidrocarburos, la minería de Bolivia y Latinoamérica.

Presentamos una serie de temas considerados vitales para nuestro país y Latinoamérica, éstos inciden en la política fiscal, la industria extractiva y deuda externa y sus efectos en el futuro de la región.

A través de este espacio reflexivo buscamos contribuir a la interacción amplia de expertos, centros de investigación, instituciones públicas y privadas y organizaciones sociales y empresariales.

Por sus objetivos, la Plataforma no pretende atribuirse representación social o sectorial alguna ni tiene la intención de elaborar propuestas de política energética. Sin embargo, los resultados y productos de las investigaciones y el debate son insumos útiles para la evaluación y formulación de políticas por parte de quienes corresponda.

En esta entrega, exhibimos la presencia China en Bolivia en un nuevo contexto de América Latina y el mundo y sus efectos en nuestro medio, los mismos que pasan desde la deuda externa, extractivismo, hasta la violación de derechos laborales.

Si bien hasta fines de los años ochenta y comienzo de los noventa, la presencia de empresas chinas se limitaba a inversiones en el sector gastronómico, actualmente la presencia de capitales, empresas y súbditos chinos se ha acrecentado desmedidamente, sentando presencia en la economía en varios sectores, desde el automotriz, construcción y tecnología industrial, en muchos casos a través de contratos millonarios con el gobierno a nombre del Estado boliviano.

En nuestra comprensión, el interés de China por nuestro país, radica en asegurar más recursos naturales para mantener su industria, en medio de condiciones ventajosas desde la flexibilización laboral y ambiental, teniendo como aliado al gobierno, quien en más de una oportunidad defendió la presencia de capitales chinos.

Desde el CEDLA y la Plataforma Energética, consideramos que todo apunta que las empresas y capital chino, llegaron para quedarse por buen tiempo, buscando acumular grandes ganancias, en una Bolivia que se perfila como territorio libre para la operación de consorcios chinos, con todas las consecuencias de endeudamiento, pérdida de soberanía financiera del país y la violación de la leyes laborales nacionales, derivando a una nueva dependencia del capital transnacional.