El oro podría formar parte de los proyectos económicos mundiales liderados por Rusia y China

(OroyFinanzas.com) – Rusia y China estrechan día a día sus lazos comerciales en la Ruta de la Seda, el banco BRICS o el AIIB ampliando las áreas de colaboración. Detrás de las consecuencias más evidentes y publicitadas pueden existir otras que incluyan al oro como elemento importante en el futuro escenario mundial.
El oro de China y Rusia como parte de la Ruta de la Seda
El gobierno chino está muy interesado en desarrollar la Ruta de la Seda tan rápido como sea posible. La iniciativa –auspiciada por el propio presidente, Xi Jinping- busca aumentar la cooperación económica en la región euroasiática y ampliar su área de influencia en toda la zona. Por su parte, Rusia lidera la Eurasian Economic Union-EEU. Ambos países se están mostrando muy activos en todas la iniciativas colaborativas que están surgiendo en la zona. Con la hegemonía mundial del dólar puesta en entredicho, todos estos proyectos y su posible integración se perfilan como herramienta importante para apuntalar esta tendencia decadente de la divisa estadounidense. Y además, el oro podría integrarse, de alguna forma, en este nuevo escenario.
El oro de China y Rusia como parte del AIIB
También es de inspiración china el Asian Infrastructure Investment Bank-AIIB. Esta institución financiera internacional, propuesta por China en 2013, tiene el objetivo de financiar proyectos de infraestructura en Asia. Y su gestación es consecuencia directa de la frustración del gobierno chino ante el lento ritmo de las reformas aplicadas en las instituciones mundiales referentes hasta el momento, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dominadas por los EE.UU. El rápido crecimiento económico de China en los últimos años ha creado la expectativa china de formar parte de ambas instituciones, pero el calculado rechazo de los EE.UU. a las pretensiones chinas, ha conducido hasta la actual situación. Sin embargo, China no se resigna y está dispuesta a poner en marcha sus propias instituciones paralelas, sin renunciar a formar parte de estas instituciones.
De esta forma, China juega en diversos escenarios al mismo tiempo. Por un lado, sigue con la presión sobre el FMI para que incluya el yuan, su divisa, dentro de los Special Drawing Rights- SDR de la institución financiera mundial. Y a juzgar por las declaraciones de los responsables del FMI, en breve podría ver sus expectativas satisfechas. Y, al mismo tiempo, continúa el imparable desarrollo y puesta en marcha del ABII.
A pesar de los EE.UU han tratado de imponer su política a sus aliados sólo ha logrado que Japón siga sus consignas y no forme parte de la nueva institución bancaria internacional. Muchos países occidentales han presentado su candidatura para ser miembros fundadores, como el Reino Unido, España, Italia, Alemania, Francia, Australia o Israel, por poner algunos ejemplos. Para finales de este año, se espera cerrar definitivamente la constitución del AIIB y a partir de ahí, dar sus primeros pasos operativos.
La Unión Económica Euroasiática (EEU)
El origen de la Unión Económica Euroasiática (EEU) se debe al presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, quien propuso la idea de crear un bloque comercial en la región de Eurasia durante un discurso en la Universidad Estatal de Moscú en 1994. Posteriormente Bielorrusia, Rusia y Kazajstán constituían una zona de libre comercio, que de una unión aduanera en sus orígenes, pasó a un espacio económico único, llegando finalmente a materializarse una unión económica con la firma, el 29 de mayo de 2014, de los tratados que constituían la EEU. En este punto es interesante recordar que Nazarbayev siempre se ha mostrado muy crítico con el dólar y su hegemonía mundial, calificando la divisa como un medio de pago ilegal no competitivo. “La moneda mundial no era legítima “de iure” porque nunca fue aprobada por ninguna comunidad u organización internacional legítima. No tiene ningún respaldo ni aval del derecho internacional”. Y esta situación ha degenerado hasta llegar al extremo de considerar que “el mercado de divisas mundial no es un mercado civilizado, porque el sistema de emisión de moneda mundial no está siendo controlado”. Nazarbayev cree que el mundo se encamina hacia un nuevo sistema monetario pasando, del “capitalismo defectuoso”, al “nuevo capitalismo basado en una moneda no defectuosa”. El presidente de China, Xi Jinping, visitó Kazajstán en septiembre 2013 donde planteó la iniciativa de la Ruta de la Seda a Nazarbayev. En marzo de este año, China y Kazajstán firmaron 33 ofertas de cooperación industrial.
El EEU se está expandiendo con fuerza. Sus últimos miembros oficiales son Armenia y Kirguistán. Al observar la bandera EEU, que muestra el conjunto de Asia, no se necesita mucha imaginación para preveer una continua expansión. Turquía ha mencionado que le gusta la idea de unirse y hay conversaciones con Vietnam para integrarla en esta zona de libre comercio.
La semana pasada, Vladimir Putin y Xi Jinping firmaron diversos acuerdos para integrar ambos proyectos. “La integración de los proyectos de la Unión Económica Euroasiática y la Ruta de la Seda significa alcanzar un nuevo nivel de asociación que, en realidad, implica un espacio económico común en el continente”, enfatizó el presidente ruso. Una opinión compartida por Pepe Escolar, columnista de Sputnik. “Lo que tenemos aquí es la Nueva Ruta de la Seda liderada por China, que conecta directamente con la EEU liderada por Rusia. China y los EEU están obligados a establecer una zona de libre comercio entre ambas iniciativas”. De materializarse finalmente, el nuevo bloque tiene el potencial de convertirse en un referente de poder muy significativo.
Para el periodista, la asociación estratégica no se reduce sólo a políticas energéticas o de materias primas, o en el área de defensa, que son las más obvias. También se están estrechando los lazos “en materia de inversión, proyectos bancarios y financieros y alta tecnología”. Y señala varios organismos donde se puede ver la intensificación de las relaciones ruso-chinas como la Shanghai Cooperation Organization (SCO), el nuevo banco de desarrollo BRICS, el ya citado AIIB o la Ruta de la Seda. “Beijing y Moscú, junto con las demás naciones del BRICS, están moviéndose rápidamente para poder comerciar directamente con sus propias monedas, obviando el dólar estadounidense en la operación. Además, están estudiando la creación e implementación de un sistema SWIFT alternativo” al actual, al que, necesariamente, tendrían que sumarse las naciones de la UE que se han adherido al AIIB.
Y por si fuera poco, también hay conversaciones para establecer una moneda común dentro de la esfera de influencia de la EEU que ya tiene nombre: el Altyn, en homenaje a la antigua moneda que se utilizaba para comerciar en Eurasia. Aunque en la antigüedad nunca fue acuñada en oro, “altyn”, en algunos dialectos de la zona significa “oro”.
Bielorrusia, Kazajstán, Rusia y China han incrementado sustancialmente sus reservas de oro oficiales desde el primer trimestre de 2000. Kirguistán en menor medida y Armenia no tiene reservas de oro oficiales.
“One Belt One Road” y el oro.
La primera referencia al papel que pudiera jugar el oro en la Ruta de la Seda china la encontramos en Albert Cheng, Director General del World Gold Council (Consejo Mundial del Oro). En un discurso pronunciado el pasado 12 de abril de este año, señaló que China tiene planes para incluir el oro en un proyecto económico que denominó como One Belt One Road (OBOR) -un cinturón, una carretera-, en la próxima década.
Su exposición se basaba, en parte, en las declaraciones de Xu Luode, Presidente de Shanghai Gold Exchange-SGE, quien propuso integrar el desarrollo del mercado de oro dentro de un plan estratégico cooperativo. Una propuesta que sugiere la cooperación y el desarrollo comercial entre los principales productores de oro de la zona y los consumidores e inversores. Esta iniciativa –One Belt One Road (OBOR)- estaría liderada por el Banco Central de China-PBOC, el Ministerio Exteriores, Ministerio de Comercio, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Reformas, además de otros posibles ministerios que tuvieran relación. Y el SGE quedaría también integrado erigiéndose como el centro principal de comercio. A esto hay que añadir el impacto positivo de las políticas de infraestructuras previstas que acelerarán la interconexión y el comercio con los países que integren estas rutas.
Lo que en un principio podía sonar como un proyecto muy difícil de consolidarse, por la inmensa burocracia que requeriría, parece que ya está en sus etapas iniciales. Los primeros signos de esta cooperación en la industria del oro, a lo largo de One Belt One Road (OBOR), son una realidad. El 11 de mayo de 2015, la mayor compañía minera de oro de China, China National Gold Group Corporation-CNGGC, anunció la firma de un acuerdo con su homóloga rusa Polyus Gold para colaborar en la explotación del oro. La cooperación incluirá la explotación de recursos minerales, los intercambios técnicos y el suministro de materiales.
“El OBOR ofrece oportunidades sin precedentes para la industria del oro. Hay un amplio espacio para la cooperación con los países vecinos, y tenemos ventajas en la técnica, instalaciones, dinero en efectivo, y talento”, señala Song Xin, director general de CNGGC y Presidente de la Asociación China de Oro. Para Yuqin, Subgerente General del SGE, “los asiáticos tienen una tradición con el oro. Y por eso esperamos que el comercio de oro sea un componente importante de las transacciones de los países que forman parte de este cinturón y ruta comercial”.