En una exposición magistral realizada en la Universidad Nacional de Chile, el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, manifestó que Bolivia vive una “contradicción creativa”, ya que uno de los retos que tiene el país para lograr el desarrollo es acudir a mecanismos extractivistas.

La segunda autoridad del país dijo que se trata de pagar una “deuda social” con las sociedades que han vivido disgregación y abuso, algo que debe ser resuelto lo más pronto posible.

“Sociedades como las nuestras con una deuda social gigantesca, necesitan de manera inmediata un conjunto de bienes materiales, de recursos monetarios para construir escuelas, hospitales, mejorar salarios, etc. Para eso necesitas transformar la naturaleza e impulsar mecanismos extractivistas”, manifestó García.

A la par de esta necesidad, el vicepresidente del Estado recordó que existe la conciencia de que esta medida coadyuva a la destrucción del planeta, pero ante la necesidad del desarrollo es necesario este paso.

“Tenemos nuestras raíces indígenas y conciencia medioambiental contemporánea de que el mundo se está dirigiendo a un proceso irreversible de destrucción. Pero si solamente te dedicas a proteger a la madre tierra ¿con qué alimentas a la gente? Si quieres superar el extractivismo necesitas pasar a una economía del conocimiento”, agregó.

Finalmente, el Vicepresidente explicó ante el auditorio que el camino que tomó el Estado boliviano es utilizar el extractivismo para satisfacer las necesidades de la población. Algo que no sería compartido por los clásicos revolucionarios, pero que “emergen hoy con fuerza y necesidad vital”.

“¿Cómo articulas satisfacción y necesidades básicas con protección de la madre tierra? El camino que hemos tomado nosotros es el siguiente: utilizar temporalmente el extractivismo para generar condiciones que satisfagan un mínimo básico de necesidades de las personas”, señaló.

Estas declaraciones se dan luego de que en las últimas semanas se generara un debate en torno a las políticas que el gobierno asumió mediante la aprobación del Decreto Supremo 2366 que autoriza el ingreso de las empresas petroleras para desarrollar actividades de exploración y explotación petrolera en áreas protegidas.