Sin nuevos descubrimientos, al país le quedan entre 5 y 10 años de gas

Expertos advierten que las reservas de gas de Bolivia para la exportación y el abastecimiento al mercado interno sólo tendrán una duración de aproximadamente 10 años. Piden ajustes a la ley para traer inversiones.

Expertos informaron que al país le quedan reservas de gas natural para los siguientes cinco a 10 años, en caso de que no se descubran nuevos yacimientos. La advertencia fue lanzada en un momento en que la petrolera boliviana anunció el incremento de volúmenes de exportación a Brasil después de que concluya el contrato con Argentina.

“El mercado interno está garantizado, por lo menos, por unos 10 años más mientras que la producción (de gas) siga cayendo. Por eso decimos que debe haber nuevas exploraciones”, declaró Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos.

Argentina dejará de requerir el gas boliviano a finales de 2024 porque ese país obtuvo un financiamiento de 689 millones de dólares del banco estatal brasileño de desarrollo Bndes para la construcción de un ducto que permitirá llevar gas desde sus campos en Vaca Muerta al norte del país. La nueva infraestructura, además, aumentará la capacidad de transporte de gas, ayudará a ese país a lograr la autosuficiencia energética, incrementará las exportaciones regionales y el desarrollo de GNL (Gas Natural Licuado).

“Por ello, lo que quede del gas boliviano hasta 2024 debería ir a Brasil porque Argentina no lo va a necesitar más”, apuntó la exautoridad de Hidrocarburos.

Ante este nuevo panorama Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) proyecta aumentar la cuota de venta de gas natural en el mercado de Brasil, llegando a empresas privadas en la gestión 2023, tal como anunció el presidente de la estatal, Armin Dorgathen. “Sabemos que el gas es competitivo y queremos aumentar la cuota en este mercado brasileño”, explicó tras sostener que desde junio de 2021 se trabaja en la exploración de nuevos reservorios para incrementar los volúmenes de gas y encarar nuevos contratos.

Sin embargo, el exministro de Hidrocarburos advirtió que “10 años es algo corto porque la exploración dura mucho tiempo y si no arrancamos con un plan masivo, en una década vamos a terminar importando gas natural, en especial al ritmo que estamos exportando. Entonces, por ello es esencial que se haga una nueva ley de exploración y explotación de hidrocarburos. Una nueva reforma que incentive la inversión privada en pozos exploratorios en especial en la región subandina de Bolivia”.

La estimación de Ríos está de acuerdo con el informe de certificación de 2018 que determinó que Bolivia contaba con 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas probadas de gas natural, que se calculó tengan una duración de 14,7 años. A 2022, estas reservas tendrían sólo 10 años más de duración.

En cambio, el analista Hugo del Granado informó que el país llega a producir 38 millones de metros cúbicos diarios. “Pongamos un mínimo de 30 con la tendencia que tiene la producción y nosotros consumimos 13 millones. De esta forma, nos quedarían 17 millones adicionales para la exportación. De ellos se puede exportar, por lo menos, los próximos cinco años”.

El experto propuso al Gobierno reformular la ley de hidrocarburos, liberalizar el mercado y dejar de lado el estatismo a fin de generar nuevas inversiones y “remontar la actual decadencia del sector”.

“Se debería ajustar la parte fiscal (de la ley de hidrocarburos) que fija los impuestos de manera ciega, sin discriminar los tipos de yacimiento, sus dimensiones. El régimen fiscal es muy duro en términos impositivos y se debe facilitar la inversión extranjera”.

Guillermo Tórrez, también exministro de Hidrocarburos, presentó un panorama aun más urgente. “Bolivia no puede seguir vendiendo porque nos vamos a quedar sin gas para el mercado interno en dos años. Según la Constitución, y para cualquier otro país, lo más importante es su mercado interno. Los países importadores de gas compran gas para mantener su mercado interno. Si debemos importar gas nos costaría mucho más de lo que exportamos”.

Tórrez agregó que continuar vendiendo el gas “sería un crimen”. “No se puede dejar que un país venda su gas para cubrir las necesidades de países extranjeros y dejar el mercado interno sin gas”.

Incluso la Cámara Nacional de Industrias (CNI), en la presentación de sus perspectivas para el siguiente año, manifestó su preocupación por asegurar su provisión de gas. “Se advierte que en 2023 y los años siguientes se presentarán problemas para la provisión de gas al sector productivo por la declinación de los pozos gasíferos y por la falta de descubrimiento de nuevos yacimientos”.

La preocupación se acrecentó después de que el Gobierno, a través del Decreto Supremo 4794, restringiera el uso del gas natural para la autogeneración eléctrica de las industrias con el fin de que YPFB pueda venderlo a mejores mercados, medida que fue recibida con resistencia por los industriales del país. El sector rechazó la norma que los obliga a cambiar su matriz energética con base en gas al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

El 31% de la producción de gas se va al mercado nacional

La producción de gas alcanza los 40,38 millones de metros cúbicos diarios y de ellos un 31,45 se destina al mercado nacional. El restante se exporta a Brasil y Argentina

Las exportaciones bolivianas a Brasil entre enero y noviembre alcanzaron los 1.432 millones de dólares por el envío diario de unos 16,88 millones de metros cúbicos de gas natural (MMmcd) conforme a las condiciones con la brasileña Petrobras y otros mercados de aquel país.

En el caso de Argentina, las exportaciones bolivianas de gas natural alcanzaron los 1.595 millones de dólares conseguidos gracias a un envío promedio diario de 10,80 millones de metros cúbicos, según lo establecido en el contrato con Integración Energética Argentina (Ieasa).

A todo esto se suman los ingresos por el consumo del mercado interno que registró los 169,9 millones de dólares y que demandó un promedio de consumo al día de 12,70 millones de metros cúbicos que se destinan principalmente a la generación térmica de los sistemas eléctricos, residencial, comercial, industrial y transporte, entre otros.

Publicado en: Página Siete