Los volúmenes de cobre en las bolsas mundiales están volviendo a subir ante una fuerte recuperación económica luego de la crisis causada por la pandemia del COVID-19 en China, el principal consumidor de metales, que impulsó a los especuladores a volver al mercado.

Especuladores y fondos miran al metal como un indicador de la salud de la economía mundial debido a su amplia gama de usos, desde la construcción hasta las manufacturas. La actividad comercial del cobre se desplomó tras la pandemia de COVID-19, por fugas debido a la alta volatilidad.

Pero cuando el gasto de estímulo en China impulsó la demanda, el precio de los futuros del cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) se disparó un 61% desde sus mínimos de marzo -los primeros días de la pademia- a un máximo de 28 meses el mes pasado de 7.034 dólares la tonelada.

Desde entonces, el metal ha recortado algunas de las ganancias, pero acumula un alza de más de 50% desde marzo y muchos operadores están apostando a que reanudará su repunte.

En China, los volúmenes de cobre en la Bolsa de Futuros de Shanghái (ShFE) se duplicaron con creces en septiembre tras subir un 78% el mes previo. La ShFE atrae a un gran número de pequeños especuladores minoristas, así como a fondos de cobertura y actores industriales.

Los sólidos volúmenes de cobre en la CME, el mayor operador de futuros del mundo, superaron a muchos otros sectores, como acciones y tasas de interés, donde la debilidad provocó una caída del 35% en las ganancias del tercer trimestre.

En la LME, el mayor mercado mundial de metales industriales, los volúmenes no fueron tan fuertes, en parte porque el comercio especulativo se equilibra con la actividad de cobertura física, que la pandemia frenó.

“Si no está seguro de cuántos frigoríficos va a vender, o de cuántos automóviles va a producir, se nubla la cantidad que va a poner en el libro de cobertura”, dijo el analista Oliver Nugent en Citi.

Fuente: Minería en línea