Página Siete • Caída del petróleo reducirá ingresos por el gas, pero aliviará el subsidio
Expertos del área anticipan que con la baja de la cotización, el beneficio es “neutral” y consideran que no tendrá un alcance estructural ni durará mucho tiempo. El WTI cerró ayer en $us 30,1 el barril.
La caída del precio del petróleo a escala mundial desde el fin de semana derivará en menores ingresos para el país por la venta de gas, un fenómeno que será compensado con menos gasto en el subsidio a los carburantes, coincidieron expertos en hidrocarburos.
Los precios del petróleo se desplomaron ayer un 30%, su caída más fuerte desde la Guerra del Golfo, en 1991, después de que Arabia Saudita desató una batalla de precios con grandes rebajas de sus barriles de crudo.
La anterior semana, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita y sus socios petroleros, encabezados por Rusia, no lograron un acuerdo para reducir la producción y apoyar los precios, en un contexto de caída de la demanda del mayor comprador, China, por la epidemia del coronavirus (Covid-19).
Luego de este hecho, el domingo y el lunes las Bolsas del Golfo se hundieron. La de Riad -la más importante de la región- cerró con una baja del 7,8%. En las plazas europeas y americanas la situación era similar, según AFP.
El barril de crudo WTI (de referencia para el precio del gas boliviano) en Nueva York cerró ayer en 31,1 dólares, un valor por el que muchos pozos de petróleo de esquisto en Estados Unidos dejaron de ser rentables.
Al respecto, el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos afirmó que el impacto “será muy leve” en Bolivia, debido a las grandes importaciones de gasolina y diésel que hace el país, y que por la caída del precio del petróleo también impactarán en los costos de estos derivados, que dejará como resultado menores erogaciones para la importación.
“El efecto será muy rápido. Las exportaciones de gas también caerán por estar vinculadas al precio del petróleo y sus derivados, pero lo harán en los próximos tres o seis meses, por el rezago en la fórmula. El beneficio es básicamente neutral, no creemos, sin embargo, que la caída sea estructural y que se prolongue mucho tiempo”, evaluó.
Incluso sostuvo que es “muy especulativo” todo lo ocurrido a escala internacional y que la oferta y demanda prevalecerán.
El experto Hugo del Granado explicó que si bien los dos grandes problemas que impactan de forma negativa en el precio internacional del crudo son la falta de entendimiento entre los mayores productores (Arabia Saudita y Rusia), y el coronavirus (que hizo que la demanda baje en alrededor de cuatro millones de barriles por día), se espera que tengan efectos temporales y que luego todo vuelva a la normalidad.
“Los precios han caído y las perspectivas son que todavía sigan a la baja por la psicosis mundial que hay por el coronavirus. Los efectos serán temporales, es cuestión de que se descubra la vacuna y con eso volverá la calma mundial y se normalizarán las cosas”, declaró Del Granado.
Sobre la pregunta de si es conveniente levantar el subsidio a los carburantes en el país, apuntó que es una medida muy “complicada” por los traumas que se tienen, no sólo en Bolivia, sino en otros países de Sudamérica.
“Sería una decisión inteligente en este momento que se tiene precios bajos, pero cuando comience a subir el precio del petróleo también se tendrá que nivelar y ese será el impacto; no sé si este Gobierno está dispuesto a asumirlo. Lo que se puede decir es que el perjuicio que sentirá el país es más grande que el beneficio que puede tener por disminuir los recursos destinados a la importación de carburantes”.
El analista Francesco Zaratti agregó que los dos contratos que tiene Bolivia -tanto con Argentina como con Brasil- dependen del precio del petróleo, de modo que los ingresos del país se verán afectados, pero en los próximos meses y no de inmediato.
“¿Cuánto? es difícil saberlo, ya que ese impacto dependerá de la duración de la emergencia y de la capacidad de recuperación de la economía mundial. Lamentablemente, el problema provocado por el Covid-19 parece que está recién empezando. El país enfrentará, a partir del segundo semestre, una situación económica más difícil que la que tiene en la actualidad”, manifestó.
Las compras
- Destino. Las importaciones de combustibles crecieron 10 veces desde 2001, es decir que ese año Bolivia destinó 115 millones de dólares para esas compras, pero en 2019 el monto se incrementó hasta los 1.629 millones de dólares, según datos de un foro organizado por la Fundación Jubileo.
- Posición. La importación de diésel, gasolina y lubricantes “se ha multiplicado por más de 10 y esto afecta no solamente a la balanza comercial, porque es necesario erogar y gastar divisas para las importaciones, sino que también afecta a las finanzas públicas, al déficit fiscal, porque se erogan subvenciones”, explicó la experta Susana Anaya, una de las invitadas a disertar en el encuentro.
Ante descenso del precio, Santa Cruz advierte ajustes en obras
Con la caída del precio internacional del petróleo de alrededor de 45 dólares el barril, la semana pasada, a 31,1 dólares que marcó ayer, la Gobernación de Santa Cruz anticipó que se verá obligada a modificar sus presupuesto y priorizar proyectos.
“Hoy, luego de casi 30 años, se da un bajón de más de un 30% con un precio de 45 a 31 dólares, esto es una noticia muy mala. En el Presupuesto Operativo Anual (POA) de la Gobernación se fijó un precio de 51 dólares para la ejecución de obras, como escuelas, por lo tanto, tendremos que asumir medidas con el Gobierno para que así no tenga efectos”, afirmó el secretario de Energía e Hidrocarburos, Jorge Franco.
Señaló que esta baja afectará a los ingresos del gobierno departamental, cuyas obras, principalmente sociales, dependen en un 60% de los ingresos del gas por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), por lo que analizan paralizar proyectos que fueron planificados en 2019.
“A modo de revertir tendremos que afectar algunas obras que aún no han sido licitadas y también hablaremos con proveedores. En Energía hay proyectos de electrificación e ítems para salud, son muchas áreas a los que se va a afectar”, indicó.
De acuerdo con datos oficiales, el departamento cruceño produce 13 millones de metros cúbicos día (MMmcd) de gas natural, lo que significa el 28% del total producido en el país.
El primer departamento es Tarija, con 26 Mmmcd; luego sigue Santa Cruz y en tercer lugar está Chuquisaca, con 7,3 MMmcd.
El promedio de producción nacional de gas por megacampos muestra que lideran Margarita-Huacaya, con 17 MMmcd; seguido por Campo Sábalo, con 11,8 MMmcd, ambos en Tarija, y luego viene Incahuasi, en Santa Cruz, con unos 7 MMmcd.
Sobre este último, cuando hay mayor requerimiento del combustible que se envía a los mercados (interno y externo), su producción sube por encima de 11 MMmcd, se explica en la información oficial proporcionada por la Gobernación cruceña.
Fuente: Página Siete