BBC • Venezuela: qué hay detrás del aumento de la producción petrolera tras años de fuertes caídas

La producción de petróleo de Venezuela se recupera poco a poco.

A la espera de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) confirme la tendencia en su próximo informe, los expertos indican que noviembre habrá supuesto el tercer mes consecutivo de aumento.

La agencia de noticias Reuters informó que en noviembre la producción subió un 20% respecto al mes anterior, lo que algunos analistas describen ya como un “notable cambio de tendencia” respecto a los últimos años, en los que descendió la producción y se deterioró la capacidad operativa de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la compañía petrolera estatal.

La producción y exportación de crudo ha sido tradicionalmente el motor de la economía del país y una de las principales fuentes de financiación del Estado, y en los últimos años había caído a mínimos históricos.

El incremento de la producción de crudo se produce a pesar del impacto de la grave crisis económica que atraviesa el país y de las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Resulta muy difícil determinar con exactitud cuánto petróleo produce Venezuela.

Francisco Monaldi, experto en política energética del Baker Institute, advierte de que últimamente “hay muchas divergencias en las cifras” que publican las diferentes consultoras y organismos.

“El gobierno venezolano está en el juego de ocultar cuáles son sus verdaderas cifras de producción”, señala.

El Ministerio de Comunicación de Venezuela no respondió a una solicitud de información sobre la producción petrolera en el país.

El termómetro al que se recurre con más frecuencia es el informe mensual de la OPEP, que recoge tanto los datos facilitados por el gobierno, como una media de lo que aportan fuentes secundarias que utilizan distintos métodos, incluido el análisis de imágenes por satélite de las rutas seguidas por los buques que transportan el crudo.

Los cálculos del gobierno suelen situarse por encima de los de otros observadores.

Basándose en las fuentes secundarias, el informe de la OPEP fijó en 644.000 barriles diarios la producción en septiembre, cifra que en octubre habría subido hasta los 687.000 barriles diarios. Según PDVSA, esa cifra fue en realidad mayor, llegando a los 761.000 barriles en octubre. De acuerdo con Reuters, en noviembre se habría producido una subida aún mayor, superando los 920.000.

Luis Oliveros, economista experto en la industria petrolera venezolana, le dijo a BBC Mundo que “la producción total de PDVSA debe rondar ahora el millón de barriles diarios, porque hay una parte que no se computa en lo que se comunica a la OPEP”.

Cuánto producía antes
Sea la que sea la realidad, la tendencia alcista supone una novedad después de años de caída sostenida.

De acuerdo con la mayoría de expertos la falta de mantenimiento y de inversiones, y la fuga de personal cualificado contribuyeron a que la estratégica PDVSA fuera perdiendo capacidad productiva.

En sus mejores tiempos, Venezuela llegó a producir cerca de 2,5 millones de barriles diarios, muy lejos de los números actuales, pese a su reciente mejoría.

Cómo impactaron las sanciones de Estados Unidos

El desplome se agravó el pasado enero con las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump contra PDVSA en el marco de sus esfuerzos por provocar la salida del presidente Nicolás Maduro del poder.

El pasado mes de agosto las sanciones se ampliaron, de modo que cualquier compañía que hiciera negocios con la estatal venezolana podía ser castigada.

“Esto hizo que muchos de los compradores habituales más importantes en mercados de tanto peso como China e India dejaran de adquirir crudo venezolano”, explica Monaldi.

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La Compañía Nacional de Petróleo de China (CNPC, por sus siglas en inglés) y la india Reliance fueron algunos de los clientes preferentes que prefirieron no exponerse a ser sancionados por Estados Unidos y dejaron de comprarle a PDVSA.

“Hubo buques tanqueros que se encontraron con que no podían descargar el crudo que transportaban o eran rechazados en el puerto de destino”, narra Monaldi.

Según Oliveros, “los problemas en el transporte hicieron que fuera acumulándose mucho inventario” y no se pudiera dar salida a la producción.

“En realidad, las sanciones no hicieron difícil producir, sino exportar”, concluye Monaldi.

A qué se debe la mejora en la producción petrolera

Oliveros afirma que “PDVSA ha encontrado ahora quien transporte y venda su petróleo”.

Por su parte Monaldi señala que “no hay información pública al respecto, pero todo parece indicar que ha habido una relajación en la aplicación de las sanciones”.

Por alguna razón, en China, India y otros lugares se vuelve a importar petróleo venezolano pese a que las sanciones estadounidenses se mantienen.

Según fuentes conocedoras del sector, los pedidos de gigantes internacionales de la energía como la mencionada Reliance, que ha vuelto a hacer tratos con PDVSA, o la española Repsol han ayudado a despejar los almacenes de PDVSA y abrir la vía a más extracciones.

El marco jurídico que ampara esa reanudación de las transacciones no está claro. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos suele anunciar exenciones generales que permiten determinadas excepciones a su régimen sancionador, pero las licencias particulares que conceden a empresas y entidades específicas no suelen hacerse públicas. Las compañías implicadas podrían estar operando bajo alguna de esas licencias.

En cualquier caso, la reactivación de los negocios de PDVSA coincide con un aparente cambio de enfoque en el gobierno de Donald Trump respecto a la cuestión venezolana. Después de reconocer en enero al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino del país y advertir reiteradamente de que “todas las opciones están sobre la mesa” para derribar a Maduro, la frecuencia e intensidad de las declaraciones desde Washington se han reducido notablemente en los últimos meses.

Un actor clave para entender lo que está pasando es Rosneft, la petrolera estatal de Rusia.

“PDVSA ha encontrado la manera de vender su crudo a través de Rosneft en Asia”, indica Oliveros.

¿Por qué entonces Estados Unidos no actúa contra Rosneft?

“Rosneft es el segundo productor mundial de petróleo y a Estados Unidos no le interesa desestabilizar el mercado, menos en un momento en que ya pesan las sanciones contra Irán, así que los rusos están apostando a que pueden seguir actuando sin ser castigados”, aporta Monaldi.

“En realidad, esta es una partida geopolítica que va mucho más allá de Venezuela”, afirma el especialista.

Qué ocurrirá ahora
Monaldi descarta un levantamiento de las sanciones estadounidenses a corto plazo.

Así que el papel futuro de Rosneft será determinante para saber si el incipiente repunte de la producción se consolida en los próximos meses.

“Hasta ahora Rosneft ha estado utilizando los beneficios de la venta del petróleo de PDVSA para reducir lo que le debe la compañía venezolana, pero hay indicios de que esa deuda se está amortizando rápidamente. La duda es qué harán cuando haya desaparecido completamente”.

No está claro que Rosneft vaya a seguir interesada en la comercialización del crudo venezolano y quiera mantener su decisivo papel actual.

Por otra parte, la autonomía de PDVSA para operar sus propios campos y distribuir su stock es algo que también cuestionan muchos informes. Monaldi no duda en calificar de “desastrosa” la situación de la compañía.

En este contexto, fuentes del sector que pidieron hablar desde el anonimato apuestan a que el gobierno de Nicolás Maduro acabará por impulsar un cambio en la Ley de Hidrocarburos que permita que las compañías extranjeras que colaboran con PDVSA en el marco de las denominadas empresas mixtas puedan explotar directamente los campos.

Esto permitiría que empresas como la estadounidense Chevron, que se mantiene en Venezuela gracias a una exención especial en las sanciones que se renueva trimestralmente, pudieran intensificar su papel en los yacimientos petrolíferos venezolanos y contribuir a aumentar su producción.

Un cambio así supondría romper con la política energética estatista que la Revolución Bolivariana ha mantenido en Venezuela desde los tiempos del fallecido presidente Hugo Chávez, pero iría en la línea de mayor liberalización que parece seguir recientemente el gobierno, que en los últimos meses ha suavizado o dejado sin efecto muchos de los controles a los que durante años se vio sujeta la economía, como el control de precios o de cambios.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50820042