Diálogo Chino • Las tres semanas que sacudieron al camarón ecuatoriano en China
La economía ecuatoriana se sacudió al ver que su producto más rentable después del petróleo fue repentinamente privado de su principal mercado. A inicios de septiembre, China suspendió la entrada de camarón ecuatoriano, cuyas ventas sobrepasan los 1.000 millones de dólares de enero a agosto de este año, por razones sanitarias.
Un mes después de imponer la medida, China reautorizó las ventas a una de las cinco empresas sancionadas por considerar que sus camarones no tenían ya problema. A las otras cuatro les permitió volver a comercializar carne cocida de ese animal, aunque no aún su más rentable presentación completa y cruda. El episodio ha generado preocupación entre los productores ecuatorianos, que aseguran que se les está pagando menos por su mercancía y que aún esperan una solución a la crisis.
Los camaroneros
Marcos Tello es un productor camaronero de Esmeraldas que por estos días se mantiene conectado con sus colegas de otras zonas del Ecuador, a través de llamadas telefónicas y de grupos de WhatsApp para enterarse de cualquier información sobre el bloqueo que impuso China a cargamentos de camarón ecuatoriano, supuestamente contaminados con las enfermedades conocidas como cabeza amarilla y mancha blanca.
“Solo hemos recibido unos escuetos boletines del Ministerio de Comercio Exterior y a través de la Cámara de Acuacultura, pero no tenemos mayores detalles”, dice Tello, presidente de la Asociación de Productores de Camarón del Norte de Esmeraldas (Aprocane) que agrupa a unos 40 empresarios, quienes suman unas 1.500 hectáreas de fincas camaroneras en el norte costero del Ecuador.
Su preocupación se debe a una realidad económica insoslayable: entre enero y agosto de este año, Ecuador envió 210 mil toneladas métricas de camarón valoradas en unos 1.189 millones de dólares a China, según los registros de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).
El crecimiento del mercado chino ha sido espectacular para Ecuador: en 2014 le vendió el 30% de sus exportaciones de camarón (68.603 toneladas métricas) por un monto de 584 millones de dólares y en 2018 los envíos ya representaban el 61% (o 281.718 toneladas métricas), según cifras de Undercurrent News, un portal económico especializado en el mercado pesquero.
De ese boom se han beneficiado muchos ecuatorianos, dado que el sector camaronero está compuesto en un 57% por micro y pequeñas empresas, un 38% por medianas compañías y un 5% por grandes empresas, según la revista de negocios Ekos.
La bonanza que ha experimentado la actividad camaronera ecuatoriana obedece, sobre todo, a la inversión privada y al inmenso aumento en el consumo de comida de mar en China, donde en los últimos años productos antes considerados de lujo como el camarón, el pulpo o el calamar, están convirtiéndose en la aspiración de sectores amplios de una clase media que tiene cada vez mayor capacidad adquisitiva. Ante la imposibilidad de China de producir todo el camarón que demanda su sociedad, sus importaciones vienen creciendo.
Se abre un hoyo en el mercado
Muchos camaroneros creen que el cierre del mercado se está sintiendo ya en sus bolsillos, que han visto una reducción del precio de la libra de camarón que afecta su rentabilidad y que quieren conocer los detalles del problema con el país asiático para saber cómo enfrentarlo.
“Por ejemplo, por un camarón de entre 18 y 20 gramos lo estaban pagando en $1,88 y bajó a $1,83. Las empacadoras (empresas ecuatorianas que compran el camarón a los dueños de las fincas productoras) dicen que es por el problema con la China”, afirma Tello.
En la provincia de El Oro, en el sur del Ecuador, productores del crustáceo aseguran que la reducción del precio es aún más drástica.
Segundo Calderón, quien representa a unos 1.200 productores de camarón que generan aproximadamente el 35% de envíos al exterior, lamenta que se afecte a sus colegas cuando, asegura, son ellos quienes cumplen los controles sanitarios en las piscinas donde producen los camarones en tierra firme, en toda la costa del país.
“Nosotros pasamos muchos filtros: primero el control visual que hacemos en el transcurso de crianza del camarón, luego cuando negociamos con las plantas procesadoras ellas nos mandan una hoja para decir de dónde es la larva, qué alimento se utiliza. Cuando ellos compran camarón, compran camarón de calidad. La ventaja es simplemente para el exportador”, añade.
Diálogo Chino solicitó entrevistas al ministro de la Producción, Iván Ontaneda, y al sector exportador representado por la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) para conocer las medidas que se han adoptado en el país y a nivel internacional para superar el bloqueo chino impuesto a ciertas empresas ecuatorianas, pero ninguna de las dos atendió el pedido.
No obstante, la información difundida por canales oficiales refiere varias reuniones a mediados de septiembre anterior, en China, entre una delegación ecuatoriana de funcionarios y empresarios –encabezada por el ministro Ontaneda– y autoridades aduaneras chinas.
“Fruto del diálogo con autoridades chinas se levantó la sanción por cabeza amarilla a Omarsa Group. Este es el resultado de un trabajo conjunto entre el sector público y privado en beneficio del país. Continuamos en reuniones técnicas para establecer la mejor hoja de ruta y levantar las restricciones de las otras empresas”, publicó Ontaneda a través de Twitter para celebrar la decisión de China de retirar el bloqueo a las exportaciones de camarón de esa compañía ecuatoriana, el 16 de septiembre pasado.
Asimismo las autoridades del país asiático han permitido que el resto de empresas sancionadas ingresen otro tipo de productos, aunque el golpe sigue siendo duro. “La medida será de escaso alivio, ya que ninguno exporta muchos camarones cocidos o carne de camarones (pelados) a China”, según el portal Undercurrent News.
Los coletazos de la crisis camaronera
China emitió una alerta sanitaria en agosto anterior por la supuesta detección de camarón contaminado con cabeza amarilla (yellow head virus o YHV), que afecta a órganos vitales en el animal, y mancha blanca (white spot syndrome virus o WSSV), que provoca falta de apetito y alteración motora del espécimen, dos enfermedades que generan problemas en la producción del crustáceo. Esta última patología diezmó al sector camaronero ecuatoriano en 1998, pero se superó al adoptar procesos óptimos de cultivo, mientras que el país no había tenido nunca problemas con la primera.
La reversión del bloqueo a la carga de la empresa Omarsa Group, una de las principales exportadoras del crustáceo de Ecuador, se registró luego de que se realizó un nuevo análisis al camarón de un contenedor que regresó al Ecuador y en el que se descartó la presencia de cabeza amarilla, según un comunicado de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).
“Por lo tanto se solicitó el levantamiento de la restricción. La contraparte china accedió a dicha solicitud y ya no consta en el listado de empresas sancionadas a la fecha”, se lee en el documento. No obstante, se recalca que “aquellas empresas que se les encuentren las enfermedades se les aplicará la sanción, es decir la suspensión temporal y devolución del producto y que queda a riesgo del exportador enviar su producto”.
Esta situación no solo mantiene en incertidumbre a los productores de camarón. En el gremio que agrupa a los laboratorios de larvas donde se cría al animal a edad temprana en tanques también hay preocupación ante ciertos síntomas que están percibiendo desde que trascendió la noticia del impasse comercial con China.
“Esto afecta a todo el negocio. Hay muchos laboratorios que han parado, los laboratorios que han tenido lista su producción de larvas en los días del problema no han podido venderla y han tenido que botarla al mar y eso ha producido pérdidas cuantiosas. Necesitamos del Gobierno, de forma urgente, créditos flexibles para este sector. Las pérdidas son millonarias”, lamenta Luis Alvarado Guamán, presidente de la Asociación de Laboratorios Productores de Camarón de la Península de Santa Elena, quien detalla que en esta zona costera al sur de Guayaquil funciona más del 50% de los 400 laboratorios que hay en Ecuador.
Alvarado destaca que los laboratorios regulados por el Instituto Nacional de Pesca (INP) y el Ministerio del Ambiente cumplen con los procesos sanitarios para garantizar la producción de larvas sanas, pero cuestiona ciertos vacíos que se les salen de las manos.
“Faltan controles de trazabilidad que le toca hacer al Gobierno. Hay mucha delincuencia, camaroneras que han sido asaltadas y ese camarón va a ciertos exportadores inescrupulosos. En todos los peajes debería de haber control”, dice Alvarado, quien comenta que hay laboratorios y camaroneras que trabajan sin permisos.
El crecimiento inesperado del mercado chino trajo importantes réditos pero también ha tenido otras consecuencias que los camaroneros ahora comienzan a advertir.
“A partir de los últimos dos, tres años nos hemos hecho demasiado dependientes del mercado chino. Casi todos los exportadores se dedicaron a vender a los chinos. Se han descuidado otros mercados como Europa, los Estados Unidos, países del Cono Sur. De esa manera nosotros no seríamos dependientes de un solo mercado en caso de que pase lo que está sucediendo ahora, porque enseguida afecta”, concluye el dirigente camaronero Marcos Tello. Por eso están pidiéndole apoyo al Gobierno y al sector exportador para diversificar los mercados internacionales.
Con esos, más un mercado chino reabierto, esperan que el volumen de camarones exportados aumente.
Fuente: https://dialogochino.net/30661-ecuadors-economy-shell-shocked-by-china-shrimp-ban/?lang=es