Empresas españolas y chinas exploran aliarse en Latinoamérica y las Nuevas Rutas de la Seda
ABC. Las empresas españolas son fuertes en Latinoamérica, donde están bien implantadas y tienen la ventaja de hablar el mismo idioma, y las chinas se han lanzado a expandirse por todo el mundo gracias a su abundancia de capital,pero les falta aún experiencia y tecnología. Para aprovechar sus puntos fuertes, y complementar los débiles, este jueves ha tenido lugar en Pekín un foro empresarial que ha reunido a una veintena de grandes compañías españolas y cerca de 140 firmas de China.
Con la presencia del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, este encuentro pretende fomentar la asociación de empresas españolas y chinas en Latinoamérica y en las Nuevas Rutas de la Seda, que el régimen de Pekín está impulsando para revitalizar el comercio entre Oriente y Occidente. Como China invertirá un billón de dólares (903.500 millones de euros) en estas nuevas vías comerciales, que pasan por Asia Central, Oriente Medio y África, a las compañías españolas se les presentan interesantes oportunidades de negocio en terceros países, sobre todo en infraestructuras, ingeniería, construcción y energía. A cambio de ofrecer sus conocimientos y tecnología, así como sus contactos en Latinoamérica, las firmas españolas pueden acceder a los proyectos que las empresas chinas quieren financiar tanto en dicha región como en su plan denominado “Una ruta, un cinturón” (“One Belt, One Road”), que recupera el espíritu y los ramales de la antigua Ruta de la Seda.
“Las empresas españolas y las chinas están uniendo fuerzas para seguir invirtiendo en Asia, África y Latinoamérica”, se congratuló durante la inauguración García-Legaz, quien destacó el papel de España como socio fundador del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, en sus siglas en inglés), creado el año pasado por Pekín para financiar grandes proyectos en países en vías de desarrollo.
Por ese motivo, a este foro han acudido importantes firmas de ingeniería, construcción y energía como Indra, Técnicas Reunidas, Gamesa, Idom, Makiber, Eptisa y las cuatro que componen el Grupo Nuclear Español; entidades financieras como el Banco Sabadell, BBVA, Santander y Bankia; y consultoras y bufetes de abogados como Uría Menéndez, Quatrecasas, Garrigues y Emergia Partners. Por parte china destacan gigantes como la petrolera Sinopec, la corporación de ferrocarriles China Railway, la metalúrgica Sino Steel y varias compañías eléctricas y nucleares.
“Venimos buscando la cooperación con empresas españolas en Latinoamérica, donde tienen grandes ventajas por su experiencia y conocimientos, además de por su tecnología”, explicó a ABC Huang Ting, subdirector general de los astilleros públicos de China (CSSC), que ya ha construido barcos para Venezuela y una plataforma petrolífera para Brasil. Precisamente, en su agenda de reuniones figuraba Indra, que también tiene previsto un encuentro con Sinopec. “Estamos buscando oportunidades de negocio con empresas chinas tanto en Latinoamérica como en países OBOR (“One Belt, One Road”)”, declaraba Gabriel Moyano, director de Indra en China.
“Como la firmas chinas de ingeniería se han desarrollado mucho y el Gobierno busca ahora la experiencia de las compañías españolas, queremos servir de puente para las empresas de infraestructuras en América Latina, sobre todo en ferrocarriles y energía”, señalaba, por su parte, Pablo Mendiguren, responsable de Idom, que ya está construyendo en Omán una central térmica financiada por Pekín.
Y es que las posibilidades de negocio pueden surgir en ambos sentidos: tanto por parte de empresas chinas que quieran invertir en Latinoamérica aprovechando la experiencia de las españolas, como de estas últimas en los proyectos que Pekín planea llevar a cabo en las Nuevas Rutas de la Seda. A juicio de Francisco Martínez Boluda, socio director del bufete Uría Menéndez en China, “Asia es el polo de crecimiento del mundo y puede haber un intercambio de posiciones porque España puede servirle a China como elemento de conexión con Latinoamérica”.
Con una lluvia de millones por invertir, las firmas chinas buscan la experiencia de reputadas compañías internacionales, entre ellas muchas españolas, para poner en marcha las Rutas de la Seda del siglo XXI.
Fuente. ABC