El esquisto de EEUU muestra su resistencia a la caída de precios

La resistencia del esquisto estadounidense a los bajos precios del petróleo ha sido demostrada con fuerza durante este mes de julio. Las cotizaciones de los futuros tanto del Brent como del West Texas Intermediate han marcado mínimos de seis meses y los analistas no consiguen ver un nuevo soporte claro para los precios.
Sin embargo, tras 29 semanas consecutivas de caída, el número de plataformas estadounidenses ha encadenado tres semanas de crecimiento hasta situarse en 659 plataformas activas, según los últimos datos de Baker Hughes. En concreto, la semana pasada se sumaron 21 taladros, la semana precedente 5, y la anterior 12 taladros. En total, 38 plataformas de perforación más en tres semanas, a pesar de que el precio de los futuros del West Texas Intermediate han perdido los 48 dólares y el Brent cotiza en torno a los 53 dólares, lo que supone una caída del 22,5 por ciento y del 23 por ciento, respectivamente, en comparación con los máximos recientes de 62 dólares y 69 dólares que se alcanzaron a principios de mayo.
Esta correlación inversa entre la caída de precios y el aumento reciente de taladros demuestra que los productores estadounidenses se han vuelto más competitivos y perforan a un menor coste. Sin embargo, no hay que perder de vista que en octubre de 2014 el número de taladros activos en Estados Unidos llegaba a los 1.609 frente a los 659 que muestran los últimos datos. Ahora bien, esta drástica caída del 59 por ciento en el número de taladros choca con el incremento de la producción estadounidense, que alcanzó en mayo su nivel más alto en 43 años, con 9,6 millones de barriles al día. Esta evolución se ve de forma muy significativa en las cuencas de Bakken y Eagle Ford, los principales campos de esquisto de Estados Unidos.
En concreto, a finales del año pasado comenzó a desacoplarse el crecimiento de taladros del aumento de la producción, en tanto que comenzó la senda descendente del número de plataformas de perforación. En Bakken, por ejemplo, el número de taladros es de 75, mientras que la producción nueva por plataforma asciende a 700 barriles por día. Por su parte, en Eagle Ford el número de taladros es de 125, mientras que la producción nueva por taladro ha crecido hasta casi los 800 barriles por día. Según los datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), el aumento de la producción nueva por plataforma de un mes a otro demuestra que ha subido de forma significa la media de producción por taladro en todas las regiones de esquisto del país -Bakken, Eagle Ford, Haynesville, Marcellus, Niobrara, Permian y Utica.
¿Pero cómo han conseguido estas cuencas ser más eficientes en tan poco tiempo? La razón estriba en que los productores de esquisto han decidido parar los taladros menos eficientes y se están concentrando en sus áreas más productivas, al tiempo que están renegociando los costes de perforación. En este sentido, Wood Mackenzie ha advertido también de la caída de los precios de la arena de fracturación, así como de los alquileres de equipo de perforación y de las bombas de presión.
En consecuencia, los productores se han vuelto más competitivos al conseguir reducir sus costes de producción. Según muestra un análisis de Bloomberg New Energy Finance, las compañías de esquisto han reducido sus costes de equilibrio entre 15 y 20 dólares por barril, respecto a las cifras que barajaban los analistas el pasado año en las que situaban el breakeven del esquisto en los 70-80 dólares.
Según Bloomberg, los costes de los diversos servicios de perforación han caído entre un 20 y un 50 por ciento en Estados Unidos. Es más, el coste de producción en las cuencas Pérmicas y Eagle Ford podría estar ya por debajo de los 40 dólares por barril según este análisis.
También hay que tener en cuenta el avance de los estudios sísmicos. Gracias a ellos, la mayoría de los pozos perforados hoy tienen muchas más posibilidades de ser económicos que los pozos de hace unos años. Sin embargo, de cara a los próximos meses y a pesar de la mayor eficiencia y competitividad de los campos estadounidenses, los analistas ya aventuran una caída de la producción, en tanto que para mantener el crecimiento sería necesario mantener la actividad a un ritmo vertiginoso.
De hecho, los últimos datos de la EIA comienzan a mostrar un leve descenso de la producción de agosto frente a la de julio. En concreto, la EIA rebajó sus estimaciones de producción de crudo estadounidense a 9,23 millones de barriles al día este año y a 9,31 millones de barriles diarios en 2016. En su anterior previsión, anticipaba 9,35 millones de barriles diarios en 2015 y 9,49 millones de barriles al día para el próximo año. El organismo estimó que la producción alcanzará su punto álgido de 9,37 millones de barriles diarios en abril y mayo –meses en los que se alcanzaron niveles récord-, y que posteriormente caería a 9,04 millones de barriles al día en septiembre, para luego volver a subir en el cuarto trimestre.