Según el analista Carlos Sandy en el territorio orureño no se llegó ni al 15% de exploración minera, por ello no existen nuevos yacimientos donde se pueda trabajar, esto hace que se estanque la actividad minera y por ende los ingresos a favor de la región.

Mencionó que si bien es preocupante la situación del cierre de operaciones de Inti Raymi porque es una de las empresas que aporta más con regalías mineras, en vez de buscar alternativas de trabajo en un lugar donde concluyó su fase productiva, se deberían buscar nuevos yacimientos similares a los que tenia esta empresa, aseveró que en Oruro con toda seguridad existen sectores.

Manifestó que para contrarrestar la inestabilidad de los precios de los minerales en el mercado externo, es necesario prever acciones y una de ellas es ejecutar proyectos de exploración y prospección minera.

Agregó que si se inicia operaciones en nuevos yacimientos, pues se elevará la productividad y se hará frente a la baja cotización de los minerales.

Aseveró que sin embargo no todo es negativo puesto que los minerales complejos mantienen su precio, y en Bolivia el 98% de los yacimientos tiene complejos, los cuales son explotados por transnacionales, estatal Huanuni entre otros operadores mineros.

Asimismo se refirió al tema de Huanuni, donde actualmente se aplica el plan de contingencia elaborado entre el Gobierno y la gerencia de la empresa, Sandy señaló que existen problemas estructurales que deben ser resueltos, pues reiteró que la cantidad de trabajadores es excesiva para la operación minera, y demanda costos altos; por ello antes de diversificarse con la explotación de complejos se deberían analizar estos temas.

No obstante explicó que la empresa puede encontrar un equilibrio con la producción de complejos, puesto que este tipo de minerales mantienen su precio, a diferencia del estaño que bajó considerablemente.