La petrolera francesa Total planea invertir 600 millones de euros (636 millones de dólares) en la renovación de dos de sus refinerías en Francia. Por un lado, el grupo energético dedicará 200 millones a la reconversión de su planta de La Méde, cerca de Marsella, en una unidad de biocarburantes y una plataforma logística de productos refinados. Además, invertirá 400 millones de euros en la refinería de Donges, en la costa oeste, instalación que presentaban deudas durante los últimos años.

En un comunicado, Total señala que frente a las otras tres refinerías de Gonfreville, Grandpuits y Feyzin, que han conseguido seguir siendo rentables en 2013 y 2014, “Donges y La Mède se enfrentan a reales dificultades y son deficitarias estructuralmente”.

El presidente del grupo, Patrick Poyyanné asegura que en últimos ejercicios La Mède perdía 150 millones al año, algo que “no era sostenible”.

El grupo francés se ha comprometido a no despedir a ninguno de los 430 empleados de La Mède y a no obligarles a trasladarse a  otro centro de trabajo. Sin embargo, el el sindicato CFDT asegura que la transformación traerá como consecuencia la eliminación de 178 puestos de trabajo.

Total emplea en total a 3.900 personas en sus cinco refinerías en Francia, tras haber cerrado una en Dunkerque en 2010. En 2017  la compañía habrá reducido en 2017 un 20 por ciento su capacidad de refino en Europa, teniendo en cuenta la modernización de su planta de Lindsey.