El Periódico de la Energía • El petróleo recupera los precios previos a la pandemia apoyado en las vacunas

Los precios del petróleo han alcanzado esta semana sus niveles más altos desde principios de marzo, cuando se desató en Europa la epidemia de coronavirus, impulsados por los avances en el desarrollo de vacunas contra la covid-19, que anticipan una recuperación de la actividad económica y de la demanda de crudo.

Los inversores están pendientes de las reuniones que la OPEP y la OPEP+ (que agrupa a los socios de la organización y a otras potencias petroleras) celebrarán el lunes y el martes, respectivamente, en las que decidirán si mantienen los recortes de producción y en qué medida.

El mercado del petróleo ve la luz al final del túnel después de unos meses en los que la pandemia redujo al mínimo el consumo, un periodo en el que se han vivido situaciones inéditas, como que el West Texas Intermediate (WTI), el crudo de referencia en EE. UU., llegara a marcar precios negativos.

El Brent, el petróleo de referencia en Europa, termina la semana en torno a los 48 dólares por barril, muy lejos del mínimo de 19,3 dólares registrado el 21 de abril. No obstante, el precio está aún 20 dólares por debajo de los 68,1 dólares que alcanzó en enero.

El WTI ronda los 45 dólares por barril, a 18 dólares de los 63 que marcó en enero pero muy por encima de los -37,6 que llegó a registrar en abril.

El 20 de abril, los precios del WTI se hundieron y entraron en terreno negativo por el desplome del consumo y la insuficiente capacidad de almacenamiento.

Bank of America prevé que el precio medio del Brent ronde los 47 dólares por barril en el cuarto trimestre y los 50 dólares en el ejercicio 2021.

En el caso del WTI, la entidad espera un precio medio de 44 dólares en el cuarto trimestre y de 47 dólares el año que viene.

Según Victoria Torre, responsable de Análisis y Selección de Fondos de Singular Bank, la recuperación de los precios responde principalmente «al optimismo ante la posibilidad de que la vacuna contra la covid-19 llegue pronto».

La vacunación «sería esencial» -apunta-, «ya que se empezarían a levantar las medidas de restricción de la movilidad, lo que ayudaría a reactivar la economía».

Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió recientemente de que la eventual llegada de las vacunas no tendrá un impacto significativo en el mercado del petróleo al menos hasta la segunda mitad del próximo año.

Victoria Torre señala que los inversores están pendientes también de otros factores, entre ellos las reuniones de la OPEP y la OPEP+, y la evolución de los inventarios de crudo en EE. UU.

«Se esperaba que en enero empezara a incrementarse la producción. Ahora mismo existe la esperanza de que ese incremento se pueda llegar a retrasar entre tres y seis meses», explica.

Ramón Morell, profesor de «trading» financiero en la UNED, apunta que las posiciones de los países petroleros no son homogéneas, ya que algunos quieren mantener los recortes y otros prefieren elevar ya la producción.

En abril, las potencias petroleras retiraron del mercado 9,7 millones de barriles diarios, recorte que se quedó en 7,7 millones desde agosto.

El acuerdo establecía que, en principio, la rebaja se quedaría en 5,8 millones de barriles a partir del 1 de enero, lo que supondría elevar la producción actual en 1,9 millones de barriles.

En cuanto a la evolución de los inventarios en EE. UU., Torre recuerda que han descendido «por sorpresa», ya que se esperaba «un pequeño repunte».

Morell añade un elemento adicional: el desbloqueo del traspaso de poderes en EE. UU., un factor que también ha animado esta semana a las bolsas.

En su opinión, la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca podría reactivar las relaciones comerciales a nivel global, lo que provocaría una subida de los precios del crudo.

En una reciente intervención en el Foro Latibex, Claus Born, de la gestora estadounidense Franklin Templeton, dijo que se espera una recuperación de la demanda de crudo a corto y medio plazo, a medida que se reactive la economía mundial, pero precisó que, a largo plazo, la electrificación y la descarbonización «pondrán un techo» al consumo de petróleo.

Fuente: El Periódico de la Energía