A octubre de este año, el volumen de las importaciones de gasolina se ha duplicado con relación a similar período de 2018. En cuanto al importe, éste se ha incrementado en 80%. El Gobierno prevé la importación de crudo para refinarlo en el país y bajar la subvención.

De acuerdo con el análisis y sistematización de datos realizado por La Razón en base a la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su sitio web, el volumen de las importaciones ha subido en un 103,5%, de 292,9 millones de kilogramos (292.897 toneladas) a 596 millones de kg (596.034 toneladas).

El coste por la compra de este carburante también se ha incrementado en un 80%, de $us 264,9 millones a $us 475,9 millones.

El país importa gasolinas de 87, 90 y 95 octanos. El número de octanos, también llamado octanaje, es una escala que mide la capacidad antidetonante del carburante cuando se comprime dentro del cilindro de un motor.

Hasta 2014, las refinerías Gualberto Villarroel y Guillermo Elder Bell, ambas de propiedad de YPFB Corporación, producían casi el 95% de la gasolina especial y la gasolina premium que se consumía en el país. En agosto de ese año, el entonces presidente de la petrolera estatal, Carlos Villegas (+), había anunciado que a partir de 2016 Bolivia sería autosuficiente en la producción de gasolina.

En marzo de 2018, YPFB señaló en su informe de Rendición Pública de Cuentas que la producción de gasolina especial (el de mayor consumo en el país) cubrirá el 74% de la demanda local. “En lo referido a la actividad de refinación de hidrocarburos, para 2018 se estima que la producción nacional de gasolina especial alcanzará a 1,39 millones de metros cúbicos (MMm3), volumen que cubrirá el 74% de la demanda nacional”.

Para los analistas esta situación es consecuencia de la caída de la extracción de gas natural, de donde salen los líquidos. Hasta septiembre de este año, Brasil ha bajado a menos de la mitad su demanda de gas boliviano. A menor demanda menos producción de gas natural y, por ende, de líquidos (propano, butano, pentano, hexano y heptano).

En cuanto a la importación de diésel oil, éste se ha mantenido constante en los últimos 5 años, aunque con ligeras variaciones. Así, los volúmenes de compra siempre han estado bordeando el millón de toneladas.

De enero a octubre de esta gestión, el volumen de compras se ha incrementado en un 11,7% respecto a igual período de 2018, al haber pasado de 954,1 millones de kg (954.152 toneladas) a 1.065,6 millones (1.065.601 toneladas). En valor, las importaciones han subido un 12,2%, de $us 697,4 millones a $us 782,3 millones, siempre según los datos preliminares del INE.

Este incremento en el consumo es impulsado por el creciente parque automotor del país, que a 2018 se encuentra en 1,9 millones de unidades, registrando un aumento del 6,1% en comparación con 2017, según los datos del INE.

Para bajar la importación de estos dos combustibles, el anterior Gobierno trabajó de manera conjunta con el sector agroindustrial para la incorporación de diferentes “combustibles verdes” producidos en el país como el etanol, que ya se produce masivamente, y el biodiésel, que tiene retrasos en su implementación.

El Presupuesto General del Estado 2019 preveía un incremento del 30% en la subvención de hidrocarburos por el aumento en el barril del petróleo en el mercado internacional y, por ende, mayores recursos destinados a la importación de la gasolina y diésel. La subvención para este año estaba prevista en Bs 4.345 millones.

Fuente: http://www.la-razon.com/economia/Importacion-gasolina-duplica-octubre_0_3270272951.html