Xinhua • ESPECIAL: La Franja y la Ruta, un camino de desarrollo que se extiende a América Latina y el Caribe

Las oportunidades de colaboración entre China y América Latina y el Caribe en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta fue uno de los ejes de la XIII cumbre empresarial entre ambas partes, que concluye este miércoles en Panamá y a la que asisten más de un millar de empresarios.

«La experiencia de la cumbre China-LAC nos ha permitido examinar más de cerca las políticas de comercio e inversión entre China, Latinoamérica y el Caribe, al igual que las oportunidades de negocio y de cooperación mutua», expresó en la inauguración el presidente panameño, Laurentino Cortizo.

Hoy en día, la distancia ya no es una barrera entre China y América Latina y el Caribe, una región considerada como extensión natural de la vía marítima de la Franja y la Ruta, y con esta iniciativa la cooperación entre ambas partes está cosechando nuevos frutos.

CAMINO CONJUNTO DE DESARROLLO ESTRATÉGICO

«Vamos a plasmar un nuevo plan maestro de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta y forjar una ruta de cooperación transpacífica, con vistas a conectar y estrechar aún más nuestras fecundas tierras de China y América Latina y el Caribe, dando inicio a una flamante era de nuestros vínculos».

Son palabras del presidente chino, Xi Jinping, en su mensaje de felicitación a la II reunión ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), realizada en enero de 2018 en Santiago de Chile.

Justamente en esa reunión se aprobó una declaración especial sobre la Franja y la Ruta, lo que asegura que la propuesta está siendo implementada a lo largo de América Latina.

Antes de esa declaración, varios países latinoamericanos y caribeños habían ya expresado su interés en participar en la iniciativa.

Durante el I Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, celebrado en Beijing en mayo de 2017, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, destacó la importancia de la iniciativa para la región.

En una entrevista con Xinhua, dijo que puede satisfacer las necesidades en cuanto al desarrollo de los países de la región y facilitar el cumplimiento de la Agenda 2030 y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Hasta la fecha, un total de 19 países de América Latina y el Caribe, entre ellos Chile, Uruguay, Costa Rica y Perú han suscrito memorandos con China sobre la construcción conjunta de la Franja y la Ruta.

Además, otros países de la región como Argentina y Brasil han reiterado su apoyo a la iniciativa.

Durante su visita oficial de octubre a China, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, mencionó las posibilidades de fortalecer la integración de la Franja y la Ruta con el plan de desarrollo de su país, lo que quedó incluido en una declaración conjunta entre ambos países.

En cuanto a Argentina, la iniciativa «constituye una parte integral de la asociación estratégica integral existente entre los dos países desde el año 2014», indicó Jorge Malena, coordinador del Grupo de Trabajo sobre China del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.

A su juicio, es posible que el nuevo gobierno argentino considere sumarse a la iniciativa, «debido a que el país ya es beneficiario de inversiones y transferencia tecnológica provenientes de China».

BENEFICIOS COMPARTIDOS A TRAVÉS DE LA INTERCONECTIVIDAD

En la séptima ronda del diálogo de los ministros de Relaciones Exteriores de China y el Cuarteto de la CELAC, celebrada el septiembre de 2019 en la sede de la ONU, diplomáticos de la CELAC valoraron los resultados obtenidos en la cooperación en el marco de la iniciativa.

La construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y América Latina y el Caribe es como una «llave de oro» que ayuda a abrir una puerta hacia un futuro mejor para ambas partes.

Esta fue la metáfora que usó el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, para expresar su esperanza de que ambas logren beneficios mutuos a través de la cooperación dentro de la iniciativa en infraestructura, inversión, comercio o economía digital.

Para Malena, las palabras de Wang son un reflejo del conocimiento del Gobierno chino sobre la realidad latinoamericana y el interés de China por contribuir a un futuro mejor.

«Para la CELAC, la conectividad es uno de sus ejes sectoriales», estimó Malena, para quien la Franja y la Ruta, que tiene como principal característica precisamente la conectividad, contribuirá con mayor énfasis a la construcción de obras de infraestructura en América Latina en general.

De la renovación de la línea ferroviaria Belgrano Cargas de Argentina a la línea de transmisión de ultra-alta tensión para la central hidroeléctrica de Belo Monte en Brasil, de la construcción del cuarto puente sobre el Canal de Panamá a la ampliación de la Ruta 32 en Costa Rica, los proyectos de conectividad en América Latina han incluido inversiones y cooperación en el marco de la iniciativa.

«Si los países de la región incrementarán la inversión en infraestructura al nivel promedio de los países de ingresos medios, el crecimiento económico de América Latina podría aumentarse en dos puntos porcentuales por año», aseguró Malena.

El gobernador del estado brasileño de Sao Paulo, Joao Doria, dijo que «la más importante de las cinco misiones» que lideró este año en el exterior en búsqueda de inversiones fue a China, y, según recordó, en agosto «realizamos una importantísima misión a China» con 35 empresas.

Mientras las obras de infraestructura facilitan el transporte y mejoran el suministro de electricidad en la región, las políticas de apertura de mercados ayudan a conectar los clientes y las empresas.

Sin ir más lejos, la cumbre China-LAC, un evento anual celebrado esta vez en Panamá, generará negocios por un valor estimado de unos 190 millones de dólares, según los organizadores.

Además, en la II Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), celebrada en noviembre en Shanghai, más de 10 países latinoamericanos y caribeños presentaron sus productos y servicios con la meta de entrar en el codiciado mercado chino y aprovechar la feria como una oportunidad para debutar en otras plataformas en Asia y el resto del mundo.

«China nos tenía acostumbrados a la gran feria de Guangdong, donde el mundo venía a comprar a China», y ahora ha inventado «algo inédito, una feria para que el mundo venga a vender a China», manifestó en el evento el embajador de Argentina en China, Diego Guelar.

China es el segundo socio comercial de América Latina, y el volumen del comercio bilateral alcanzó un récord de 307.400 millones de dólares en 2018, según datos publicados por la Administración General de Aduanas (AGA) de China en febrero pasado.

«El uso de las plataformas electrónicas es una de las estrategias con las que se puede asimilar la Franja y la Ruta en América Latina», dijo el exembajador de Perú en China Juan Carlos Capuñay.

El diplomático aseguró que las pequeñas empresas latinoamericanas tienen mayores posibilidades de acceder al mercado chino si recurren al uso directo de plataformas comerciales electrónicas e indicó que las compañías de la región se han beneficiado tanto de las plataformas B2C (entre negocios y consumidores) como Alibaba, como de las B2B (entre negocios) como Jumoore.

INTERCAMBIO MUTUO PARA UNA MAYOR PROSPERIDAD

En la II CIIE, con pósteres de Nazca en Perú, folletos de Cancún en México o fotos de pingüinos en los glaciares argentinos, los servicios de turismo estuvieron presentes en los pabellones de los países latinoamericanos.

«La CIIE es también una ventana para dar a conocer la cultura e historia de los países expositores», destacó el empresario Omar Gandarillas, de la empresa peruana Choco Premium SAC, al referirse a las contribuciones de la feria para conectar más a América Latina y China.

La interconectividad entre ambas partes no solo se limita a los ámbitos del comercio, la infraestructura o la inversión, también se percibe en el plano cultural, académico, educativo, artístico y deportivo.

«Los escritores tienen nacionalidad, pero la literatura no, porque todo lo que ocurre en América Latina también puede ocurrir en mi tierra», dijo el premio Nobel chino Mo Yan en un diálogo con intelectuales chilenos durante su gira a América Latina este año.

A finales de octubre, la edición en portugués de los dos volúmenes del libro «Xi Jinping: La gobernación y administración de China» se presentó en la ciudad de Sao Paulo, antes de la XI Cumbre del BRICS, que se realizó a mediados de noviembre en Brasilia.

Gaio Doria, especialista brasileño en socialismo con características chinas, comentó que el libro es indispensable para que el pueblo brasileño comprenda la historia, el desarrollo y el éxito de China.

Pero, además de los libros, también las obras de cine y televisión ayudan a mejorar el conocimiento entre una y otra parte.

A comienzos del pasado octubre, un vídeo de estilo «flashmob» grabado y presentado en Argentina que narra un día en la vida de los diplomáticos, empleados y estudiantes chinos, así como otros grupos de chinos en el país sudamericano, logró más de un millón de reproducciones y «me gusta» en las redes sociales en tan solo dos días.

Además, este mismo año la telenovela china «Nirvana en llamas» y la película argentina «De acá a la China» cautivaron la atención del público en ambos países, sobre todo entre los jóvenes.

Todos estos intercambios culturales fomentan el interés de los jóvenes en aprender español y chino.

Según datos del Centro Regional de los Institutos Confucio para América Latina (CRICAL), hasta mayo de 2019 se habían establecido más de 40 institutos Confucio en América Latina.

Mientras en China, el creciente interés por la lengua y cultura del mundo hispanohablante hace que cada vez más universidades y escuelas incluyan clases de español en sus programas oficiales.

Ese intercambio cultural, según el sinólogo brasileño Roberto Teixeira, generará un mayor conocimiento y entendimiento mutuo que «sin duda permitirá una mayor cooperación entre China y América Latina para el desarrollo común».

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-12/11/c_138623544.htm