Portada 70 años de revolución 40, de apertura (EL DÍA)

EL DÍA. 2019-06-23

Para el 1 de octubre se prepara una gran celebración en Beijing. Ese día se cumplen 70 años del nacimiento de la ‘Nueva China’, con la victoria de la revolución liderada por Mao Tse-Tung. El Partido Comunista de China (PCC) sigue vigente como partido dominante, aunque lo de ‘comunista’ resulta totalmente subjetivo a ojos de occidente, que busca en el gigante asiático básicamente sociedades comerciales con todas las reglas capitalistas.

Peculiar socialismo. Y no tienen pudor en decirlo. De hecho, el concepto básico del “Socialismo a la manera china” es el de priorizar el desarrollo económico mediante la inversión privada extranjera, para poder sacar de la pobreza a su pueblo.

Fu Jie es la subdirectora general del Buró para América Latina del Comité Central del Partido Comunista. Con un perfecto español recibió a una delegación de la prensa de Santa Cruz, que viajó hasta Beijing y luego Shanghái, a invitación del gobierno chino y el objetivo estaba más que claro: mostrar las ‘bondades’ de su sistema.

La dirigente comunista estaba perfectamente al tanto de la situación en Bolivia. “Tenemos relaciones tanto con el Movimiento Al Socialismo como con los Demócratas, Unidad Nacional y Comunidad Ciudadana”, comenzó, como para contextualizar su nivel de conocimiento de la problemática boliviana. “Nosotros no hacemos diferencia entre partidos de derecha o de izquierda, creemos que se puede trabajar con cualquiera en objetivos comunes”, dejó sentado.

Reforma histórica
Esta política no es nueva, comenzó hace 40 años con la Reforma y Apertura (Gaigé kaifang), como se conoce al proceso en el cual el PCC decidió cambiar su sistema de economía planificada hacia una economía de mercado.

“Nosotros descubrimos que habíamos cometido muchos errores”, reflexiónó Fu Jie. “La revolución cultural, por ejemplo”, sorprendió. “También creíamos que estábamos a punto de alcanzar el socialismo, pero descubrimos que no podíamos hacerlo si no resolvíamos lo más importante, que es la economía”, concluye la idea.

Bi Haibo pone otro ejemplo. Se trata del consejero de Información de la Cancillería China, que se centra en Jair Bolsonaro. Recuerda el perfil del presidente brasileño, conservador, de derecha, nacionalista y con perfil de discriminador. “Es ideológicamente opuesto a nuestro gobierno y a lo que eran los gobiernos recientes en Latinoamérica, considerados del Socialismo del Siglo XXI”, contextualiza. “Pues para China, las relaciones con Brasil siguen siendo exactamente iguales. Hace poco vino el vicepresidente brasileño y fortalecimos nuestros vínculos. No hay que olvidar que Brasil es el único país en Latinoamérica que tiene balanza comercial positiva con China”.

La idea se termina de entender cuando se visita el Centro de Exhibición de la Apertura del Pudong. Allí le explican al visitante con una dinámica muestra cómo unos arrozales se han convertido desde 1992 en el centro mundial de la industria, la innovación, la tecnología y los negocios. Liu Guangyong, director de relaciones exteriores del Municipio de Shanghái lo resume muy bien. “Creemos que se debe promover la inversión extranjera, dando facilidades, como la damos en el Pudong y generando ingresos que finalmente van para nuestro pueblo”.

1978 Apertura
El congreso del Partido Comunista determina un proceso de reforma al modelo económico chino.

Mao Tse-tung, padre de la nueva República China

La República Popular China se fundó el 1 de octubre de 1949 con una ceremonia en la Plaza de Tian’anmen. El Gobierno Central del Pueblo aprobó la Resolución sobre el Día Nacional de la República Popular China el 2 de diciembre de 1949, en la que declaraba que el 1 de octubre era el día nacional.

Mao Tse-Tung, líder del Partido Comunista que venció en la guerra civil a la facción del Kuomintang, cuyos líderes se refugiaron y crearon la actual república China o Taiwán.

La figura de Mao, cuyo mausoleo se encuentra en ​Tian’anmen, está presente en todo el imaginario oficial chino. Todos los cortes de billetes llevan su imagen y hay miles de estatuas suyas por todo el país. Asimismo, siempre cuadro algún cuadro suyo en las oficinas estatales, tal como sucede con Simón Bolívar o José Antonio de Sucre en los países bolivarianos.

 

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