La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) acelera inversiones en el país. La termoeléctrica del Sur, con una inversión aproximada de $us 122 millones, y la termoeléctrica de Warnes con un costo de $us 171 millones, garantizan la seguridad energética y abren el mercado de exportación.

El presidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corporación, Eduardo Paz, asegura que los niveles de reserva de electricidad que en la actualidad ascienden a 300 megavatios (MW), aumentarán en el corto plazo hasta 500 MW con el ingreso de la planta termoeléctrica de Warnes. La demanda del país llega a 1.300 MW y la oferta está en unos 1.600 MW.

“Con el ingreso en operación de la termoeléctrica de Warnes se llegará a 500 MW libres para la exportación y se empezará a exportar entre 100 a 200 MW en una primera etapa. Posteriormente, se va a construir centrales de ciclo combinado para incrementar los excedentes de exportación”, afirmó.

La termoeléctrica de Warnes generará alrededor de 200 MW de potencia con cinco turbinas especialmente construidas para el proyecto.

A estas inversiones se añade el conjunto de proyectos millonarios a escala nacional.

Se contemplan las termoeléctricas de Entre Ríos, El Alto 1 y 2, Carrasco 3, Valle Hermoso, la planta de generación eólica de Collpana, Bulo Bulo 3 y las líneas de transmisión Caranavi-Trinidad y Punutuna-Tarija, Tarija-Chaco; las hidroeléctricas de Misicuni y San José y próximamente la de Rositas, en Santa Cruz.

Exportación

El Gobierno nacional proyectó que hasta el 2020 se prevé exportar más de 1.000 MW, luego de garantizar el suministro eléctrico en el país.

En criterio del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, Bolivia, a mediano plazo, se convertirá en ‘el centro energético’ de la región, que compartirá sus recursos eléctricos con los países vecinos