Industrias extractivas solo aportan 1,85% de PBI de Guatemala

El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) presentó ayer el documento Buenas prácticas internacionales de transparencia fiscal e industrias extractivas. Aplicaciones para Guatemala, en el cual cuestionan que la inversión minera signifique un aporte grande al crecimiento económico.
Jonathan Menkos, director ejecutivo de Icefi, explica que la industria minera no representa más del dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El sector en cifras
Según el estudio, el aporte de las industrias extractivas al PIB en 2013 representó el 1.85 por ciento del total del PIB. En lo relativo al empleo, el sector en 2013 tenía dados de alta a 5 mil 494 trabajadores en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), aunque según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2011, solamente el 25.04 por ciento de los trabajadores del sector estaban inscritos en el IGSS.
En opinión de Mario Orellana, presidente de la gremial de Industrias Extractivas de la Cámara de Industria, la contribución del sector es grande, aunque haya pocas empresas y cumplen en lo relativo a impuestos lo que las leyes dicen.
«Del cuatro por ciento de crecimiento del año pasado, el uno por ciento se debió a las industrias mineras. Los ingresos por divisas ocupan la tercera posición, por exportación de materiales de industrias extractivas. En lo relativo a la transparencia de la información, como cualquier empresa, hay derecho a mantener ciertos datos protegidos».
Maynor Cabrera, de la Fundación Economía para el Desarrollo considera que el estudio muestra la realidad, ya que las inversiones son grandes en capital pero poco en empleos.
Operación en el ocaso
En el estudio se analiza el caso de San Miguel Ixtahuacán, donde el 60 por ciento de los ingresos municipales provienen de la mina que cerrará en 2017. Ante eso, Lourdes Molina, una de las investigadoras que elaboraron el informe, comentó que debe hacerse algo para que se dé una transformación productiva de la mano de la mina. En ese sentido Mario Orellana destacó que se deben generar capacidades locales creando industrias agrícolas o derivadas para que la gente no dependa de la mina cuando se vaya. Otra solución para él es acceder a otras licencias mineras para continuar la inversión.