Así lo presenta el grupo químico estadounidense DuPont, quien ha puesto en operaciones la planta ubicada en Nevada, estado de Iowa, capaz de producir 30 millones de galones (113,6 millones de litros) de biocombustible al año a partir de 375.000 toneladas de rastrojo de maíz, o los tallos, hojas y mazorcas que quedan en el campo después de la cosecha.

La mayor parte del combustible producido tendrá como destino el estado de California, donde se utilizará para cumplir con el estándar estatal en bajas emisiones de carbono de combustible. La instalación también servirá como una planta piloto de la tecnología a escala comercial.

Según sostiene la compañía en un comunicado, «los negocios basados en la biomasa pueden traer nuevas fuentes de oportunidades de ingresos y de alta tecnología para las economías rurales de todo el mundo».