Desvíos en el IDH es para mantener el poder central
Gestión. Expertos ven como estrategia para frenar liderazgos.
En los últimos años, el Gobierno nacional fue desviando los recursos del uso del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH), con el fin de mantenerse en el poder.
Así coinciden dos analistas políticos sobre esa temática. Esto al percibir el recorte a las gobernaciones, municipios, universidades públicas y pueblos indígenas, para la conformación de bonos solidarios primeros y ahora para la Ley de Incentivos a las Exploraciones Petroleras en el territorio boliviano. Situación que ha generado incluso malestar en algunos sectores, ya que sirvió para que el presidente Evo Morales se mantenga en el poder.
Frenar los liderazgos regionales. El politólogo, Alejandro Balcázar, dijo que la intención de la gestión de Morales de ir desviando los recursos del IDH, es para frenar los liderazgos regionales y locales.
“Con la implementación de ese impuesto las entidades territoriales autónomas son las que más se beneficiaron, hecho que disgustó al actual Gobierno, porque se estaban potenciando los nuevos líderes”, comentó. Remarcó que la gestión de Morales comenzó a pagar los bonos Juancito Pinto, Renta Dignidad, Juana Azurduy e incluso recortó a los gobiernos departamentales para seguridad ciudadana. Ahora con la norma del incentivo a las exploraciones, sostiene el experto, es una necesidad económica, porque las arcas del Tesoro General del Estado (TGE) están en quiebra.
Interés económico-político. Por su parte, el analista Romano Paz, manifestó que el interés del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) es económico y político. Aseveró que es al estilo del modelo chino, donde se privilegia la inversión y el desarrollo, pero con una serie de restricciones de libertades políticas.
Vaticinó que con el control del IDH, el Gobierno de Morales es consciente que para reproducir el poder en mediano y largo plazo, necesita resultados económicos.
“Por eso, no les interesa la Consulta previa en los territorios indígenas”. En ese sentido, explicó Paz, el masismo cayó en un pragmatismo ideológico de un capitalismo salvaje.