Colombia y la trampa del petróleo, el oro negro representa 56% de sus exportaciones

La caída de los commodities golpeó con fuerza a América Latina y el efecto ha sido particularmente fuerte para Colombia. El oro negro representa 56% de las exportaciones colombianas
La caída de los commodities golpeó con fuerza a América Latina y el efecto ha sido particularmente fuerte para Colombia. El oro negro representa 56% de las exportaciones colombianas y su cotización pasó de 100,21 dólares por barril a principios de septiembre de 2014 a 47,16 actualmente (Brent), lo que representa una caída del 53%.
A la vista de estos números, no es sorprendente que Colombia pase por un mal momento. Entre septiembre de 2014 y junio de 2015 el volumen de las exportaciones petroleras cayó 16% pero se mantuvo en todo momento por encima de 3,50 millones de toneladas métricas mensuales (la equivalencia en barriles depende de la densidad del crudo, una tonelada es aproximadamente 7,30 barriles).
La caída de 16% refleja un pico en los volúmenes exportados para septiembre; si se extiende el período hasta abril de 2014 se observa un crecimiento de 1%. Al mismo tiempo, el valor en dólares de este volumen bajó en 47%, cayendo de 2.606 millones de dólares en septiembre de 2014 a 1.391 en junio de 2015. Refleja un punto importante; a pesar del nivel relativamente estable de los volúmenes exportados, el ingreso total recibido por exportaciones petroleras cayó de forma abrupta. Las exportaciones totales colombianas han sufrido consecuentemente.
El total de exportaciones sigue de cerca el comportamiento del rubro petrolero. En el mismo periodo mencionado para el petróleo, el valor total de las exportaciones cayó de 5.069 millones de dólares a 3.359, lo que representa casi 34% de pérdidas. Declive de las exportaciones El riesgo país colombiano subió en 2015. Si bien Brasil, Chile y Venezuela han sufrido más, los rendimientos colombianos aumentaron de 4,13% en enero a 4,44% en agosto, para un incremento de 7,48%. Los rendimientos venezolano y brasilero han aumentado más. El efecto mucho más moderado que ha tenido la caída del petróleo sobre la deuda colombiana refleja la confianza internacional en la estabilidad del manejo macroeconómico colombiano.
En efecto, la deuda colombiana tiene un rendimiento levemente menor al de Brasil (5%) y mucho menor que el de Venezuela (26%). De igual forma, la inflación presenta signos negativos; entre enero y julio (6 meses), el banco central colombiano ha reportado una inflación de 2,86%. En comparación, 2014 cerró con una inflación de 3,16% y 2013 con 1,63%. De continuar la tendencia, la inflación de este año cerraría considerablemente por encima de la de los años previos, lo que pone a autoridades monetarias en un dilema; tratar de frenar la inflación aumentando las tasas de interés podría afectar negativamente la producción nacional.
Pero quizá la consecuencia más impactante del golpe petrolero ha sido la depreciación del Peso, que ha caído de 1.918 Pesos por Dólar en septiembre de 2014 a 3.062 actualmente. Esto representa una caída de 37,36% en un año. Han contribuido las expectativas de subida de las tasas de interés norteamericanas y el enfriamiento de la inversión extranjera en la industria petrolera local. Pero la caída del Peso no necesariamente es una mala noticia para Colombia.
El país actualmente depende en forma excesiva de sus ingresos petroleros, siendo catalogada como una de las cinco economías más susceptibles a choques externos del mundo de acuerdo a JP Morgan. La depreciación del Peso tiene el efecto de incentivar las exportaciones y desincentivar las importaciones, lo que facilita el necesario ajuste a la nueva realidad del comercio internacional petrolero y podría servir de plataforma para la diversificación de la economía colombiana. Esta es la posición que han manifestado José Darío Uribe, gerente del banco central colombiano, y Mauricio Cárdenas (ministro de finanzas).
De acuerdo a Uribe, la depreciación del Peso es una respuesta natural a la caída de las exportaciones y debería aumentar la competitividad de los productos de su país en el exterior. De cara al futuro, las proyecciones con respecto al tipo de cambio son variadas. Hay analistas que pronostican un tipo de cambio de entre 3.100 y 3.200 Pesos por Dólar para el comienzo de 2016, pero también hay quienes piensan que la elevada depreciación es un caso del mercado sobre-reaccionando ante los choques externos y esperan un retroceso a 2.500 Pesos por Dólar Mercado bursátil colombiano Otro sector que ha sufrido considerablemente con la caída del petróleo ha sido la bolsa colombiana. El índice COLCAP ha estado cayendo marcadamente desde finales de septiembre de 2014, acumulando pérdidas de más de 30%.
El comportamiento del índice ha seguido de cerca el precio del petróleo; en parte esto se explica por la importancia de Ecopetrol, la estatal petrolera colombiana, que actualmente representa 9,61% de la composición del índice y que se ha desplomado 56% desde finales de Septiembre, pero en mayor medida debe atribuirse a la mala condición general de la economía colombiana. El mercado bursátil colombiano se ha visto golpeado de forma uniforme por el oro negro; incluso empresas no directamente relacionadas con la producción petrolera han sufrido de forma importante con este periodo de malestar macroeconómico.
La diversificación de las exportaciones y, en especial, de los ingresos fiscales colombianos sería de gran ayuda en mitigar la sensibilidad de la economía general a los altibajos del mercado petrolero. Sin embargo, los números no son todos negativos; Ecopetrol ha aumentado su producción en 15% en los últimos 12 meses. Lo que nos lleva al volumen de exportaciones petroleras mencionado con anterioridad; los bajos precios del commodity no han llevado a las petroleras a recortar su producción, de forma que estarán bien posicionadas en caso de que su precio suba. Como toda crisis, Colombia debe mantener el optimismo y aprovechar las malas condiciones para reformar la economía de su país.